124/365 La Música y el Zapatero

_DSC7819 CERCO teclado flickr 2Foto-Recuerdo. Realmente  y para que el demonio “no enrede” esta no es la foto de hoy, la de hoy está a final, ¿porqué? pues porque ayer me vine con la idea de mejorarla pero en vista de que la mesa de mezclas es muchísimo más sencilla que la del día anterior pues no he perdido el tiempo, solo unos segundos y ya está, sin embargo la luz de la mesa hoy era suficiente para hacer cualquier tipo de estilo no como ayer que tuve que forzar el equipo al límite, la de ayer me costó más de media hora probando con diferentes objetivos, el tipo debía de pensar que era un principiante y hasta puede que tuviera razón, lo que estoy seguro es que en ningún momento pensó que era un “exigente”.

Esta mañana paseando con mi perro me ha venido a la cabeza un chiste, cuento, anécdota o similar que contaba mi padre, es lo que le pasó o pudo pasar a un zapatero que tenía un problema con el cuero con el que fabricaba los zapatos pues los ratones se lo comían en el almacén y no encontraba la solución.
El proyecto 365 me llegó de repente pero tenía idea de acompañarlo con una historia cada día, quizás algún día comience otro con ello….

Pues la historia del zapatero es esta: el zapatero tenía dicho problema y se lo comentó a un vecino, este le dio la solución de inmediato, te doy un gato y lo metes en el almacén y verás como todo acaba en poco tiempo.
Dicho y hecho, en poco tiempo se acabó con los cueros roídos y el zapatero quiso pagar por el remedio, como eran vecinos y medio amigos le invitó a que en el verano en la época de la siega que es cuando más mano de obra hace falta le ayudara por un día en las labores de recolección del trigo (a segar) a lo que el zapatero aceptó de buen gusto.
Llegó el verano y el vecino le indicó que estaba en plena faena con la recogida y que si le pillaba bien mañana mismo podía cumplir con el trato, el zapatero con tal de quitarse de encima la obligación asintió.
Ya llevaban cosechando varias horas y el “ciego sol de castilla” comenzaba a calentarle los riñones, el zapatero no estaba acostumbrado y atisbaron los primeros síntomas de arrepentimiento.
Un rato más tarde cada vez que se incorporaba sus “bisagras” se resentían cada vez más y solo con pensar las horas de “calvario” que todavía le quedaban por delante comenzó a buscar una solución.
Ya no aguantaba más y para salir del paso y respirar un poco fingió que el vientre le pedía evacuación.
Lo comentó al resto de compañeros y se alejó hasta ocultarse detrás de unos matorrales.
El tiempo comenzó a correr y al rato un compañero se dio cuenta de que ya había pasado demasiado tiempo para la citada tarea, lo comentó con los compañero y como todos coincidieron que era demasiado la tardanza y podía haber sufrido un síncope del calor y la falta de costumbre uno de ellos se acercó a los matorrales.
Ya llegando a ellos comenzó a escuchar un susurro, al acercarse más las palabras comenzaban a entenderse, se asomó por entre unas matas y vio al zapatero sentado, absorto en sus pensamientos, _el tiempo se había detenido para él_  con la hoz en la mano derecha dando golpecitos al suelo con la punta de la hoz a la vez que de vez en cuando murmuraba: ¡qué falta me haría a mí el gato!  ¡si yo no necesitaba gato para nada! ¡qué falta me haría a mí el gato!. ¡qué falta me haría a mí el gato!

Cada vez que recuerdo la historia y cómo lo contaba mi padre, me imagino la escena y me parto de la risa.

Esta misma frase me viene a la memoria de vez en cuando, cuando pienso en el proyecto 365 y no sé con qué foto voy a dar hoy, ¡qué necesidad tengo yo de estar penando día sí día no en buscar una foto! ¡qué falta me haría a mí el proyectito! ¡a quién le importa mi proyecto! Bueno pues la respuesta es fácil: me importa a mí, no pretendo que mis fotos las vea todo el mundo si para ello tengo que emplear demasiado tiempo en publicitarme, con que las vean mis amigos y compañeros me doy por “pagado”.
Aprovecho la foto de hoy que está relacionada con la música para comentar que mi padre era muy chistoso, también le gustaba la música, siempre que tenía un momento y lugar para cantar una jota allí se metía, de mozo “la ronda” no se la perdió nunca, he escuchado a más de un  “parroquiano” decir que era el mejor del pueblo cantando rondas con diferencia, creo que yo he heredado esa parte, no la de cantar que no se dar ni el «Do» pero sí lo de la música que para mí es algo muy importante.

Desde mi pensamiento le mando un fuerte abrazo ya que no es posible hacerlo de otra manera, hoy precisamente era su cumpleaños. Aquí se le puede ver la última vez que canto una jota, por más que quería los sonidos apenas salían de su boca  (minuto 1:20) http://www.youtube.com/watch?v=RLWz1AIkFQ4

OTRA HISTORIA  que tiene que ver con la/mi MÚSICA.

La primera vez que escuché algo de música en alta calidad fue en el 1975, (recién llegados a la ciudad por la expropiación de los terrenos para la presa de Alcorlo), en aquellos tiempos la mejor tienda de música y electrodomésticos podía ser López, ¿quién no ha oído hablar de ella? situada en la calle mayor, en aquel rincón, una tienda pequeña y plagada de electrodomésticos por doquier, de allí salió primera lavadora, frigorífico, cocina de gas y lo más importante, la televisión, ¡ya teníamos Tele!, ni que decir tiene que allí se dejaron mis padres una GRAN parte de la indemnización por el pantano.

Nada más entrar en la tienda estaba sonando algo que para mí era “Música Celestial” ni más ni menos que Tubular Bells  (me enteré años más tarde porque aquellos sonidos se grabaron en mi cerebro a fuego), por supuesto en alta definición y en estéreo por lo que parecía que la orquesta estaba allí mismo, yo me quedé con la boca abierta, yo hasta entonces solo había escuchado como sonidos lindos los de los pájaros y aquello se me escapaba de la realidad ¡qué perfección!.

Una cosa tenía clara en cuanto abandonamos la tienda, tenía que hacerme con aquellas cosas que parecían de otro mundo en cuanto tuviera la más mínima ocasión.
Tres años después ya estaba trabajando (17 años) y al cuarto me estaba montando un kit de un amplificador hi-fi estéreo de tan solo 15 Watios de potencia RMS, lo suficiente para que tus padres dijeran siempre ¡baja el volumen! y por supuesto un tocadiscos básico que compré nuevo en el rastro de Madrid.
Seis años después de este primer encuentro con la electrónica me fabriqué desde sus orígenes (placas electrónicas y caja) un amplificador que poco tenía que ver que el primero, se trataba de un amplificador de altísima calidad y bajo ruido con transistores MOSFETs que por aquellos entonces acababan de salir al mercado (carísimos y lleva 8 de potencia) y una potencia de 200 watios por canal, una maravilla que hoy, 27 años después, todavía sigue funcionando perfectamente, de las cajas de altavoces no hablemos, fabricación propia, enormes, pesadas, con altavoces y filtros diseñados para la ocasión, el de graves tiene 40 cm de diámetro, ¡qué menos se le podía poner! En fin, que todo el “duro que tenía por el bolsillo” en cuanto que caía al suelo salía corriendo y se colaba en la tienda de electrónica o de música.

La música ha sido y es muy importante para mí, me ha hecho llorar muchas veces, si a ti no te pasó es que nunca la sentiste lo suficiente, ¡lástima!, todavía estás a tiempo, pero eso puede ser como la fotografía, ¡hay que verla y/o sentirla, la mayoría de gente que conozco le da igual como suene, (a mi NO) lo importante es el mensaje, bueno, podíamos aceptar “barco” como animal submarino pero no es lo mismo, una foto “limpia” siempre gustará más –entiendo-.

Durante una década los técnicos lucharon contra EL RUIDO aquel “seseo” tan molesto que había en los reproductores de cassete especialmente y los sibaritas íbamos detrás fabricando placas e intercalándolas entre la fuente de origen y el amplificador final, compresores-expansores, Dolby B, C, NR, mira por donde ahora con la fotografía pasa lo mismo, el maldito ruido producido por la electrónica ensucia nuestras imágenes, más de una década llevo haciendo experimentos para acabar con él o enmascararlo sin una merma apreciable de calidad, no me cabe duda de que el Grafeno se lo cargará sin compasión. http://es.wikipedia.org/wiki/Grafeno

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Muchas gracias por emplear tu tiempo y llegar hasta aquí, también por vuestro APOYO y comentarios, un saludo.

4 opiniones en “124/365 La Música y el Zapatero”

  1. Me sucede lo mismo que al compañero Ángel, la gente no sabe lo que se pierde y espero que se valore la dedicación que le pones tanto con la cámara como con el teclado. Historias y fotografías siempre son una composición perfecta.

    Un saludo.

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