288/365 Recuerdos

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Algunas notas desde mi diario: llevo varios días luchando contra un disco duro averiado, en él hay muchos vídeos de hace más de una década, afortunadamente tengo copia de seguridad de él pero he intentado recuperar lo que allí había y entre otras cosas he encontrado algún vídeo doméstico familiar que después de este tiempo me hace sonreír, AQUÍ he puesto el enlace. También llevo un par de días buscando una foto relacionada con el día de hoy, así que recordando viejos tiempos he buscado una caja de diapositivas y he formado el “bodegón” (para salir del paso hoy).
Varias cosas tenía pensadas y las tendría que hacer “a la carrera” en las pocas horas que disponía hasta irme a trabajar, escasas tres horas y en ese tiempo debería editar el vídeo y subirlo a youtube, hacer la foto de hoy, ir al hiper y traer el pan nuestro de cada día.
Mientras se renderizaba el vídeo me he cogido el auto y me he ido al súper, todo planeado y a contrarreloj pues la foto estaba por hacer y solo me quedaba poco más de una hora.
A esa hora aún no había mucha gente en el hiper por lo que el llenar un carro es cuestión de cuarto de hora, pagar y salir corriendo (como siempre).
Cojo mi carro y al girar la cabeza veo una sombra en el interior del siguiente que había quedado, en los aparcamientos subterráneos no suele haber mucha luz, he vuelto hacia atrás a ver que era porque la curiosidad me ha picado, hasta he llegado a pensar que era una broma oculta, parecía una bolsa negra pero no la podía sacar pues el carro estaba metido en la fila y el brazo no me alcanzaba, suerte que llevaba otra moneda y he podido sacar dicho carro, la bolsa negra ha resultado ser un bolso grande de cuero negro, nuevo y lleno de cosas entre las que he podido ver y sin tocar nada, pues mi moral y mi educación así me lo ha mandado,  una enorme billetera muy abultada, el móvil de última generación, una caja de toallitas húmedas, el ticket de la compra y un montón de cosas de las que suelen llevar las mujeres.
Parece ser que el que puso el carro después del bolso o no se fijó o no quiso perder el tiempo, no se que pensar.
A escasos metros había un grupo de dos parejas jóvenes con algún niño y me he dirigido con el carro y el bolso en el interior a preguntarles que si era de ellos pues he supuesto que con la charla había venido el despiste pero _negativo no era de nadie_ así que he colocado el primer carro que he sacado en su fila y me he subido a la planta del hiper a entregar el bolso y liarme con mi compra.
La señorita de la caja me ha dicho que hacía poco tiempo ella misma había cobrado a esa señora y acto seguido ha llamado a la encargada, al momento estaba allí, justo en el instante que yo dejaba caer una pequeña tarjeta con alcorlopantano.com por si el propietario tenía a bien el darme las gracias.
Mi compra ha sido rápida, eso sí, dejándome los cien euritos que me han salido del alma pues hace bien poquito con cinco mil pesetas  (treinta euros) volvía con el carro mucho más lleno.
Cuando estaba acabando de descargar el carro ha llegado un auto cerca de mí y ha bajado una señora joven (mucho más que yo, ja, ja, ja) y ha comenzado a caminar lentamente  mirando a uno y a otro lado, parecía preocupada, me he dirigido a ella y le he preguntado por si era el bolso la causa y efectivamente así era, _pregunte arriba que lo acabo de dejar allí_, en voz baja como queriéndose excusar me ha comentado que hace muy poco tiempo ha perdido un hijo y todavía no tiene la cabeza en su lugar, me ha transmitido una enorme tristeza, repentinamente y en un instante me ha recordado a mi madre que cuando era de su edad (más o menos) perdió el primer hijo con un mes de edad, no he podido sostener la conversación y después de repetir varias veces “de nada señora, de nada”, con la cabeza baja me he marchado de allí.
Cuando ya llevaba un km conduciendo he comenzado a “comerme la cabeza”, ¡a ver si yo me voy tan tranquilo y a la señora no le devuelven el bolso o le faltan cosas!que no hay que olvidar que este mundo está lleno de hijosdeputa, sin pensármelo dos veces, frenazo y a dar la vuelta en un santiamén, me he querido asegurar que todo saliera como debía.
Justo he vuelto a aparcar en el mismo lugar, el coche de la señora seguía allí _ mal asunto, he pensado, problemas_  justo cuando me disponía a subir las escaleras a toda hostia bajaba una señora con un niño de corta edad, era ella con su bolso, hola soy Fernanda, mucha gracias…  le he comentado que le había puesto un pequeño papel con mi dirección electrónica y lo ha buscado y sí, allí estaba, ahora la señora ya estaba mucho más animada pero aún así la he encontrado bastante triste.
La señora no sabía cómo agradecerme otra vez la acción y al recordarme tantas cosas no he podido sostener la conversación….  me he tenido que marchar dejando a la señora con la palabra en la boca _ adiós, adiós, adiós ….
De nuevo y a toda velocidad para casa porque veía que no llegaba ni a subir el vídeo ni a hacer la foto que más o menos tenía prevista.
Solo he dispuesto de diez minutos para repostar mi cuerpo y salir para el trabajo.
Varias veces a lo largo del día he pensado en esta vivencia, cualquier cristiano hubiera atribuido al echo del bolso a una prueba que le puso su Dios, un agnóstico lo hubiera atribuido a simple casualidad, yo a veces pienso que la casualidad no existe pero no tengo criterio para explicarlo; a esto añado que hoy es mi 51 cumpleaños y creo que a partir de ahora recordaré esta historia, al menos cada año.
Siento haberme extendido tanto pero lo conté como lo viví. Este es el vídeo.
http://www.youtube.com/watch?v=sTAvvwnDy7Q&feature=em-upload_owner

Muchas gracias por vuestro APOYO y comentarios.  alcorlopantano.com