Aunque no han sido muchos voy a recordar los sustos o malos ratos en los que tuve miedo a que le pasara algo grave en nuestros paseos por el campo como que se perdiese para siempre o que se enzarzara en peleas con otros perros sin poder evitarlo.
Bonaval, Abril 2010. Ya lo he comentado alguna vez pero el Yuco no era un perro de raza apropiada para vivir en el campo, su enorme cola y sus largos mechones en la parte trasera hacían que se enganchara en todos los arbustos del campo, era como un peluche al que le sacábamos al campo en el que disfrutaba en su mejor entorno, volvía a casa lleno de pinchos y pajas pero con un baño y paciencia se volvía a convertir en el «peluche casero» que a todos nos gustaba sobar y disfrutar de aquel Continuar leyendo «Capítulo 011, Estoy perdido»