Si se pudiera hablar sobre cobardías o valentías en los animales al Yuco se le puede clasificar como ambas cosas. Como perro valiente se puede entender el que si se tiene que pelear con otro animal no le importa el físico, me refiero a que el adversario sea mucho más fuerte, si es así el Yuco fue valiente, muy valiente, sobre todo cuando iba agarrado con la correa, ja, ja, ja. Nunca fue un perro pendenciero, nunca fue él en los escasísimas veces que se pegó con otros quien comenzara la pelea si no que se acercaba siempre agitando la cola en señal de “hola, somos amigos” ¿Quién eres” pero no siempre resultaba ser así, yo ya lo tenía aprendido como iba a ser la reacción, cuando te juntabas con otros perros en el mío conocía su reacción, lo primero era olisquearle agitando la cola y emitiendo pequeños gemidos pero si el otro se quedaba “más quieto que un gato de escayola” ¡malo! Al momento ya se Continuar leyendo «Capítulo 009 Valiente y Cobarde a la vez.»
Mes: octubre 2015
El Abuelo y su tumba, 39 años después.
«El abuelo», esa figura familiar por la que siempre sentí mucho respeto. Solo coincidí en el tiempo con uno de ellos pues el otro falleció antes de que yo naciera. Terrible mes el de Agosto de 1961 cuando mi madre perdió a su padre y una semana después a su primer hijo de 29 días de vida.
Mi madre era la sexta hija de una familia de siete hermanos por lo que mi abuelo ya era mayor cuando yo nací, no conozco mucho de su vida salvo algunos detalles _contados con los dedos de una mano_ escuchados a mi madre o a mis tías.
De oficio principalmente albañil donde trabajó hasta la edad de 78 años y falleció a los 84. Por lo visto era de testarudo a muy testarudo pues falleció de inanición ya que se negó a comer para acabar con su vida, el médico no pudo hacer nada contra eso, y con ello dejar de causar molestias a la familia conviviendo a temporadas en casa de cada hijo aún estando todos ellos viviendo en el mismo pueblo.
Recientemente me contaron que era una persona que generalmente andaba todo el rato canturreando, incluso el día en el que anduvo fabricando el ataúd de su esposa fallecida ese mismo día.
Contaba él que no habría en Alcorlo ni una docena de casas donde no hubiera puesto sus manos; construyó en el pueblo una para cada hijo de varias plantas (siete en total) más todas Continuar leyendo «El Abuelo y su tumba, 39 años después.»
Capítulo 008. El juguete
Durante mucho tiempo el animalito fue un juguete, era lógico, era algo muy esperado y novedoso por lo tanto había que «experimentar» que hacía o podía hacer.
En este capítulo he puesto muchas fotografías donde reflejan que al principio todo era juegos y adiestramientos, ¡tenemos un juguete!.
Dame la patita, trae la pelotita, etc, lo de la «patita» mi mujer lo intentó también algunos ratos pero más bien con poca fortuna, fue Diana la que realmente más tiempo le dedicó a ello, la patita nunca la dio siempre que se la pedías aunque a veces lo intentaba y poco a poco fuimos desistiendo pero creo que eso le sirvió como acción para recordarnos que quería compartir nuestra comida apoyando su pata en la rodilla o dándonos unos golpecitos con ella como «sin querer molestar» y es que ya lo dice Continuar leyendo «Capítulo 008. El juguete»
Cuatro «micros» que te bloquearán la cámara.
Uno de los primeros sustos que me dio la Canon 7D (de segunda mano) fue que no se levantaba el flash integrado, no sabía si era una avería o un problema de configuración pero el caso es que pulsabas el botón de encendido del flash y no hacía nada.
Revisé el menú del flash y me encontré con un mensaje que decía: Este menú no se puede mostrar. Un accesorio está acoplado en la zapata de la cámara. Sin embargo por más que miraba en la «Zapata» no veía nada ni por supuesto había ningún accesorio allí puesto.
Como no pude solucionarlo por mis medios recurrí a internet y allí encontré esta página donde explica este caso detalladamente. Ya puestos a escribir voy a aprovechar y hablaré de otros problemas similares que a modo de «seguridad» llevan estas cámaras reflex que manejamos y que por una «tontada» nos pueden dejar tirados en Continuar leyendo «Cuatro «micros» que te bloquearán la cámara.»
Capítulo 007 El Molino Zarzuela
Cientos de veces escuché a mi padre hablar del “Molino Zarzuela”, historias de la postguerra, anécdotas con la Guardia Civil, relatos de caza por aquellos barrancos etc etc pero a pesar de que anduve pescando con él durante muchos años muy cerca de ese lugar nunca llegué a poner mis pies allí, me resultaba misterioso y enigmático por tantas historias escuchadas por ello se convirtió para mí en un punto obligado de visitar.
El 30 de julio de 2000 y aprovechando que mi familia andaba ya en la playa encontré el momento perfecto para pasar la noche bien allí o en cualquier otro punto cercano al molino ya que no sabía muy bien si lo encontraría, solo sabía que estaba en el cauce del Bornova; esto hoy suena ridículo o absurdo porque con el Google Earth podemos establecer la ruta perfectamente pero en aquellos tiempos no todos teníamos ordenador en casa y las máquinas fotográficas digitales se comenzaban a ver, la que utilicé era una Fuji 2900 de 2.8 mpix de las de 1100 euros de los de entonces…
Parte 1. El molino y yo:
Ruta perfecta para comenzar el sábado por la tarde para caminar un par de horas y hacer noche en cualquier punto, luego contemplar el firmamento y gozar del silencio del campo hasta que el sueño se apoderase del cuerpo y del alma para continuar con un “mañana más”.
El plan no salió bien porque justo cuando ya estaba Continuar leyendo «Capítulo 007 El Molino Zarzuela»
Capítulo 006 Un perro de Agua.
El Yuco era un perro de raza pequinés y al parecer cruzado con un perro de agua pero de ninguna manera se podía decir que el agua fuera su medio de disfrute por excelencia, en momentos de muchísimo calor se metía en ella, daba igual charco, río, fuente o pantano pero solo hasta la altura de “la colilla” luego como mucho se acachaba un poco y cuando el agua le tapaba la barriga ya no se mojaba más, para refrescarse la cabeza metía un poco el hocico y lo desplazaba por debajo del agua _a la vez que la mascullaba_ intentando salpicarse por la parte alta de la cabeza pero no le llegaba ni a los ojos.
Una vez en verano lo metí en el canal para que se refrescara y a la vez comprobar si sabía nadar, otra de las ocasiones que nadó es porque se resbaló en una roca y Continuar leyendo «Capítulo 006 Un perro de Agua.»