Capítulo 006 Un perro de Agua.

Imagen-013_3-portada-webEl Yuco era un perro de raza pequinés y al parecer cruzado con un perro de agua pero de ninguna manera se podía decir que el agua fuera su medio de disfrute por excelencia, en momentos de muchísimo calor se metía en ella, daba igual charco, río, fuente o pantano pero solo hasta la altura de  “la colilla” luego como mucho se acachaba un poco y cuando el agua le tapaba la barriga ya no se mojaba más,  para refrescarse la cabeza metía un poco el hocico y lo desplazaba por debajo del agua _a la vez que la mascullaba_ intentando salpicarse por la parte alta de la cabeza pero no le llegaba ni a los ojos.
Una vez en verano lo metí en el canal para que se refrescara y a la vez comprobar si sabía nadar, otra de las ocasiones que nadó es porque se resbaló en una roca y se cayó al río Bornoba a la altura de Hiendelaencina y creo que nunca más le vi nadando y pocas veces con el agua por encima de la barriga.

AQUÍ un vídeo en el pantano de Alcorlo después de una noche de fotografía….noche-en-alcorlo-web

De los primeras salidas al campo una de ellas fue a la laguna de Usanos, laguna que se seca en verano y en sus mejores momentos no supera un metro de profundidad.

El día de Usanos: Ya habíamos cogido la gracia de tirarle piedras o palos con los que se desgañitaba para recuperarlos y se me ocurrió saber qué hacía cuando estos caían al agua; el resultado ya lo muestran las imágenes, piedra que caía a la laguna él buceaba para recuperarla, incluso soltaba aires por la nariz  si el tiempo se prolongaba demasiado, ¡vaya perro con amor al agua!. Ese día sí que pensé que en el cruce con el perro de agua había heredado sus genes pero no fue así.    cuatro fotos usanos web

Por la playa: Llegaron las vacaciones de verano y como de costumbre ¡todos a la playa! El viaje era largo, demasiado largo, 540 km en un Opel kadett sin aire acondicionado; muchos años la salida era el viernes a las 15:05 cuando  yo salía de trabajar _para ganar un día más de playa_ mes  de julio y a la hora que más calienta.
Voy a hacer un resumen de esa parte del año que la pasábamos allí, en la playa.

En el viaje el pobre animal lo pasaba fatal, no cerraba la boca ni un momento, sentado en el centro del asiento trasero, como un rey, se cansaba de ir tumbado, también de pie, igual hincado de culo, luego prefería tumbarse en el suelo donde los demás reposamos los pies, era verano, todos pasábamos calor pero creo que él más pero es lo que había. Aquí se le ve con «carita de cachorro».IMG_4997-web

Como no cerraba la boca en todo el verano un año se me ocurrió pelarle para que llevara mejor el tema del calor pero no sirvió de nada,  incluso creo que fue peor porque el pelo le protege de los rayo directos del sol, al año siguiente repetí pero ahí quedó la cosa porque no volví a hacerlo más, parecía otro perro, más bien parecía una hiena o el “el perro de las mechas” como una jovencita lo llamó unos años más tarde un día en la playa… ¡qué paciencia tenía el animalito! ni se meneó del sitio en toda la sesión de peluquería.esquilar-1-web yuko3-webNo me parece correcto el que los perros transiten por la playa donde los humanos _niños y mayores_ nos revolcamos por la arenca desnudos, así que mi perro las únicas playas que pisó fueron casi exclusivamente donde no las ocupan los humanos.

Cuando uno es más joven y tiene ganas de hacer fotos utiliza su tiempo de vacaciones para pasear la cámara constantemente y por ello aproveché una tarde para fotografiar las playas de Águilas desde uno de los puntos más altos del lugar: la montaña de la Aguilica.

Fue una excursión de locos, el perro como siempre le venía bien salir a la calle _quiero decir que siempre estaba preparado_ me lo cogí junto a mi equipo de fotografía  (trípode incluido) y nos subimos a dicha montaña; aspecto de la montaña antes de llegar.web 2IMG_2812_DxO-web

Una botella grande de agua (para los dos) y pies para qué os quiero.
Llegar al pie de la montaña cuesta casi media hora de caminata pero si llevas perro échale el doble porque tiene que ir olisqueando todos los aromas del camino especialmente las muestras de sus semejantes de ese lugar,  luego comenzamos a trepar con mucho cuidado porque la tierra es resbaladiza y hay mucha inclinación, tanta que una de las veces que el animal quiso subir se cayó de espaldas y rodó hasta que se pudo sujetar, tuve que bajar varios metros a recogerlo, a partir de ahí subió ayudado por la correa extensible de la cual yo iba tirando.

Cuando llegamos a la cima lo primero fue tomar agua porque ya llevábamos más de una hora  de caminata,PICT0001_6-R-web2 no tenía recipiente para que bebiera el perro así que hice un hoyo en la tierra y puse encima la bolsa de plástico, luego vertí agua sobre la bolsa en el hoyo, el perro no hizo ni puto caso al agua  ¡y pensar que yo llevaba mucho rato sufriendo viendo que al animal la lengua se le caía de la boca y jadeando constantemente!, de nada sirvieron mis ganas de ayudarle, si es que los perros están preparados para aguantar eso y mil veces más.
Lo primero que hizo fue un hoyo en la tierra buscando frescura para tumbarse dentro.PICT0017_4-webCuando me quise dar cuenta estaba ya subido en esa piedra mirando el mar a sus pies asomado al precipicio, también a las gaviotas que volaban cerca del agua a mucha distancia casi en la vertical, ya no podía hacer nada, nunca le dio miedo el subirse a lo más alto y asomarse al precipicio ni ese día ni en las montañas de Alcorlo, eso a mí me sacaba de quicio porque si se resbala tiene más de 90 metros de caída…. es que los animales ¡no ven el peligro!.PICT0002_6-webLo mismo por Alcorlo….100_2973-web

Cuando mi familia vieron las fotografías y les dije de donde veníamos casi me pegan, y eso que no les conté lo de la caída del perro cuesta abajo, si lo cuento «me la mamo» ¡seguro!.

En otra ocasión aquel mismo año y después de comer _ni siesta ni leches_ cámara  en mano y me fui a explorar el entorno de la playa en la otra dirección.PICT0002-web

Ya llevábamos de vacaciones más de una semana y el perro ya “olía a perro” así que la idea era dar un largo paseo y aprovechar para meterlo en el mar en un lugar alejado y darle un baño. He visto perros nadar en el mar a la vez que jugaban con las olas que daba gusto verlos como disfrutaban pero el mío cuando veía que la ola se acercaba él se alejaba y con la edad se le acentuó el miedo.

Intenté refrescarlo o bañarlo en un lugar donde acaba la zona de baño pero «el Yuco» no era «perro de agua ni de leches”, en cuanto le cubría el agua la barriga se ponía muy nervioso y no había manera de sujetarlo. ¡coño que te mojes, joderrr! ¡a ver si te refrescas al menos un poco! Pero nada, no conseguí tenerlo dentro del agua más de unos minutos, se ve que no era su ambiente preferido. Aquí una secuencia de fotos en el pantano de Alcorlo donde se retuerce «como una culebra» evitando el baño…. fotos de Edu.composicion 001 baño web

Nada más salir del agua y mientras me calzaba a pocos metros por el camino que bordea la playa aparece un señor con un perro y su correa, no se si es porque fuera perra, perra en celo o porque al Yuco le gustaban los dos sexos el caso es que se puso loco, muy alterado, vamos ¡que se quería ir con aquel animal!, parece que se había enamorado_ yo que NO y el que SÍ.
En esas fechas solo le teníamos una correa al cuello porque el arnés me parecía antiestético y exagerado porque el animal no lo necesitaba pero en ese momento le hubiera venido muy bien porque él tirando hacia atrás todo lo que podía y yo sujetándolo con la correa extensible  no sé cómo lo hizo (creo que dobló las orejas hacia adelante) y aprovechando que el cuero se mojó y se volvió más elástico el caso es que allí me dejó con la correa extensible en la mano y en el extremo su collar. ¡la madre que me parió!, recojo la cámara y salgo corriendo detrás de él pero había una pequeña colina y del perro ya no se veía ni rastro.

Sigo corriendo mirando izquierda y derecha y el problema es que al fondo estaba la carretera principal que lleva al pueblo, con tráfico intenso siempre, ¡¡¡me matan al perro!!! Yo corriendo todo lo que podía que más bien era poco porque llevaba unas chanquetas y los pies mojados que se me escurrían, no iba preparado para eso.
Al girar en una curva diviso nuevos terrenos pero el Yuco no se veía en la explanada que me separaba de la carretera ¡me cagüen toooo! ¿Dónde está? siempre tubo una habilidad «pasmosa» para desaparecer…. Al poco me fijo y veo que trasponía por una loma el señor con su perro pero del “negro con mechas” ni ostias; sigo corriendo y al llegar a lo alto de la colina lo veo, parado y mirando por el punto por donde desaparecían perro y dueño, supongo que al acercarse a su perro el señor le daría una patada y cuatro voces y se quedó allí parado mirando cómo se perdían, ¡¡¡ufff!!!  Yuco, otro susto con final feliz… (a Dios siempre Gracias…)

Cuando le estaba bañando me encontré una navaja totalmente oxidada que reparé poniéndole sus cachas de madera ya que el mar se había comido la madera o plástico y también le cambié la hoja por otra de acero especial para corte, desde entonces me acompaña siempre con las llaves, otro recuerdo de ese día…_MG_0908-navaja-web

Otra de las veces que nos fuimos a pasar la tarde _siempre cámara en mano_ nos fuimos por la parte de los sembrados con sus invernaderos, un par de horas de caminata, libelula_13-webcuando más calienta, a media tarde, y llegó un momento que el perro dijo:¡¡¡hasta aquí!!!  ¡no doy un paso más! se quedó en la sombra y se negó a caminar, aproveché para recordar ese momento con una foto… Pienso que ese día deberían haberme dado un par de ostias cuando dije de irme con el perro  ¡qué calor hace en Águilas en verano a las cinco de la tarde…!libelula_11-web

La última vez que salí con el perro de playas fue a esta de Los Cocederos, ya me temía que esa podía ser la última vez que paseáramos juntos por ese lugar así que una tarde nos subimos al punto más alto porque desde allí hay una vista muy buena de toda la línea de la costa.26 julio 13 webAl bajar nos dimos un refrescón y cuando me quise dar cuenta estaba cubierto de arena por todas partes para quitarse la humedad, parecía una rata mojada y cubierta de arena.2013-07-26-1573-webEn el castillo de San Juan de las Águilas también estuvimos muchas veces, visita obligada si quieres ver toda la ciudad.
IMG_1657-castillo-web-2

Otra tarde inolvidable para mí en compañía de mi perro es cuando fuimos a ver el lugar donde nació Francisco Rabal, Click AQUÍ para ver el articulo de ese día.IMG_0816-web Una vez descubrí esta postura en él mientras esperaba a que yo fotografiara una escultura que me trae muchos recuerdos de mi niñez, “la maestra”. No entiendo como llegó a tomar esa postura tan simpática y difícil…PICT0016-sentado-webPICT0011-PHOTO-webPocos lugares hay en Águilas que no hayamos visitado el perro y yo porque antes que estar en casa tumbados nos íbamos a pasear fuese donde fuese sin importar demasiado la hora del día.
Esta es otra de las fotos que mejores recuerdos me traen, esa tarde fue la última vez que paseamos por el puerto, al año siguiente ya no estaba Yuco para caminatas…IMG_1855-weby un vídeo de ese lugar en ese momento (click AQUÍ)  para recordar lo bien que corría en cuanto lo excitabas un poco. Agosto 2013, el último verano que pasó en Águilas con buena salud.

Gracias por llegar hasta aquí,  alcorlopantano.com