Foto-diario-recuerdo. No es una foto extraordinaria la que ha tocado hoy, más bien es el recuerdo de un día de campo muy esperado donde las cosas no han salido según lo previsto.
Hoy le he dado a mi Nikon un voto de confianza y ha sido la que más ha trabajado, luego en casa veo que hay diferencias entre marcas.
La idea era ir a un lugar del río Bornova donde hace unos 150 años había una pequeñita central hidroeléctrica (hoy solo quedan los restos), esta minicentral alimentaba la maquinaria de los diversos pozos de mina para la extracción de la plata, la única vez que estuvimos allí el nivel del agua lo cubría en parte pero se podía ver restos de la maquinaria inundada, en estos momentos el nivel del pantano está más bajo por lo que espero que no llegue hasta allí, es un riesgo que hay que correr.
De los acompañantes que podía disponer uno sigue convaleciente por operación de rodilla ocho meses después y no es plan de llevarlo por esas montañas, el otro se ha hecho un esguince precisamente ayer y el resto no le ha pillado bien, hay que comprender que no es un lugar de fácil acceso y la posibilidad de hacer alguna foto digna es más bien escasa pero yo tenía empeño de volver allí pues hace dos años que descubrí su existencia.
Llegar a ese lugar cuesta un par de horas y el terreno no es de lo más agradecido, no lo tenía claro si aventurarme yo solito el llegar allí porque ¿y si te caes?.
La vez que estuvimos allí en el camino de regreso vimos un pueblo cercano a través de un barranco bastante profundo, para la siguiente vez intentaré llegar desde allí, pensé.
He decidido acercarme con el auto hasta el punto más cercano al otro margen del río siguiendo la ruta de la vez anterior y desde allí se divisa gran parte del terreno, el río baja tan cerrado y profundo que apenas se ve un hilito de arboleda dibujando su cauce, también se ve el pueblo que comentaba antes así que me he decidido intentar esta nueva ruta.
El día ha estado estupendo a más no poder, mucha luz y poco viento. Mi perrillo y yo hemos comenzado a caminar por el cauce de un afluente del Bornova con la idea de llegar hasta la central eléctrica, el camino (inexistente) no puede estar peor, laderas con grandísima inclinación, jaras altas y secas de las que alguna vez he tenido que destrozar con las botas para pasar, enormes placas de piedra lisa donde si te resbalas caes varios metros, pero prisa no teníamos.
Después de una hora hemos llegado a un punto donde se puede decir que era imposible seguir el cauce del arroyo porque las paredes son totalmente inaccesibles, solamente subiendo las terribles laderas superempinadas se puede continuar, en resumidas cuentas que siendo las horas que eran y viendo lo que me quedaba por delante he decidido hacer foto al lugar y dar marcha atrás.
La foto, no nos vamos a engañar, no sirve más que para recordar el día, es un autorretrato, el perro parece mirarme como diciendo ¡pero qué hace ese loco saltando por las piedras! el río no se ve pero está a unos cincuenta metros por debajo, es difícil representar con una fotografía el estado real del terreno, cuidado con caerse porque aquí no hay cobertura en el teléfono móvil y aunque grites nadie va a escucharte por lo tanto ¡cuidadín!.
Aquí algunas fotos del día, todas están hechas con filtro polarizador y algunas con ND 1000.
Aquí hay un enlace a un vídeo sobre mi perro y ese día.
Muchas gracias por vuestro APOYO y comentarios. Me voy pitando a la cama que en cinco horas me tengo que levantar. Un saludo.