134/365 Iluminación de altura

N8788

Foto-recuerdo. La foto de hoy no tiene ningún misterio, comentarios sobre el lugar, condiciones de trabajo, seguridad, recuerdos, etc. (como tengo un ratito y escribiré).
Hoy me ha tocado sustituir alguna lámpara de iluminación en el lugar de trabajo, tengo que decir que soy hombre de “llanos” pero tengo claro que el “Jefe” no va a venir a hacerlo.
Tengo tanto miedo a las alturas (aunque conozco gente que tiene muchísimo más) que una vez que fui a Cuenca no me atrevía a pasar por el puente colgante que tienen allí, mi familia se partía de la risa, lo veía tan inseguro que dudaba si pasar o no y de esto hace ya una docena de años, al final pasé porque no había otro camino más cerca pero creo que no respiré en todo el trayecto, sí, soy un miedica a las alturas.
Las primeras veces que pasaba caminando por el puente romano de Guadalajara (yo tenía 14 años) caminaba por la carretera porque por la acera me resultaba imposible, nunca antes había estado tan alejado del suelo.
Otra vez donde de verdad sentí pánico (no exagero) fue la primera vez y creo que la última que subí a la atracción de la noria (1976) no veía el momento de que aquello acabase, me invitaron, nunca había subido a ningún trasto de esos y fue mi bautismo de fuego, jamás se me olvidará el rato que pasó mi cuerpo.

Trabajar en las alturas si el sistema es seguro, pues bueno, al rato te acostumbras y parece que te tranquilizas pero si te subes en un trasto semi-auto-construido como el de la foto pues… si encima añades que el conductor del toro mecánico es un poquillo sordo y que el nivel sonoro en la sala roza el umbral de necesitar tapones para los oídos pues como que a ver cómo te colocas debajo de la lámpara justo donde necesitas.
El diseño de las lámparas se las trae, en el primer año (ya hace 13) cuando se agotaron las primeras lámparas hubo que descolgar todos los focos porque el casquillo se había fundido con el de la lámpara y no se podía sacar la lámpara, las reactancias y condensadores en el interior chamuscados por el calor (no por la electricidad) parecían milhojas, tocarlos y se deshacían, en el interior las conexiones de plástico se derriten con el consiguiente peligro de averías y/o accidentes pero bueno, al menos el diseño parece bonito, para quien no conozca todo esto le parecerá normal pero es un material que yo nunca compraría.
Un/el lugar de trabajo, muchas máquinas y poco personal, parece una empresa del siglo XXI en un país moderno pero no es todo “oro lo que reluce”, prisas desde el primer minuto de la jornada, días de contrareloj, averías, complicaciones, ambiente sonoro, baja iluminación, ambiente con polución, etc, etc pero al fin es trabajo=dinero=bienestar.

Hace un par de veranos conocí a un señor muy interesante, ya mayor, inglés, un tipo inteligente y culto que ahora vive en el desierto de Almería y hablando de la vida me comentó que el trabajo es prostitución, nunca antes había escuchado esa frase y a veces le doy vueltas en mi cabeza, creo que parte de razón tiene, trabajamos por dinero y pocos somos los que disfrutamos con lo que trabajamos diariamente o sea que no hay mucha diferencia con …. “ella”.

Aquí os dejo unos detalles de la lámpara, el aparato cambialámparas y la doble seguridad de la puerta.
Gracias por vuestro APOYO y comentarios. Un saludogrupo alumbrado