Es esta una foto que veo de vez en cuando y sobretodo en mis vacaciones. Ésta como tantas otras de las mías no es una foto para ganar un concurso, es más bien una foto protesta y seguro que más de uno compartirá mis opiniones, la voy a utilizar para escribir una historia humorística que se me ocurrió durante un paseo nocturno por la playa; cierto es que mi familia y yo pasamos un buen rato de risas imaginando las escenas que aquí se relatan.
Antes de nada quiero mostrar mi apoyo más sincero a las personas que necesitan medicamentarse cada día (ya tienen bastante penitencia los pobres) pero no es sobre estos “personajes enfermos” de los que habla esta historia sino de los que realmente toman medicamentos para cualquier dolencia (que no son realmente necesarios) pero “como son gratis” y solo tenemos que ir al médico a que nos dé un papel para adquirir más (a veces se encuentran que tienen varias cajas allí guardadas como si fuera una ratonera, por el mero hecho de que “a ver cualquier día de estos los tenemos que pagar”.
En esta historia cualquier parecido con la realidad es solo una casualidad, estoy seguro que si ya tienes cierta edad compartirás conmigo muchas de estas frases/opiniones.
**** Consulta médica de la Seguridad Social una mañana cualquiera en cualquier pueblo de España; desde dentro del despacho se escucha una voz que dice: ¡el siguiente! (se olvidó el “por favor” aunque no tenga importancia). Se abre una puerta y entra una señora que ronda los 70 años de edad, ¡Buenos días doña Manuela! _Pase, pase_ ¿qué tal se encuentra hoy?… “Mal hijo, muy mal, me fatigo mucho, me duelen las piernas, etc, etc”, “Ayer no vino usted por aquí (dijo el doctor) ¿qué le pasó?… Huy hijo, ayer es que ESTUVE MALA… “bueno, bueno, pase y siéntese”.
Uno de los problemas de la tercera edad es que muchos se sienten solos, entran en una monotonía tal que si no es por “ir a misa los domingos” no saben a ciencia cierta “en que día comen pan” (este era un dicho de mi madre); no saben cómo pasar el tiempo y andan molestando a amigos y familiares con memeces que para ellos tienen mucha importancia y posiblemente doña Manuela sea uno de ellos por eso y como tiene tiempo de sobra va al médico con frecuencia para pasar la mañana, entre el rato que pasa en la sala de espera, el run run en la cabeza desde ayer del “a ver hoy que me dice” y tal y tal se convierte en una rutina como la del ir a por el pan cada día.
“Pues mire usted, doña Manuela, tengo algo interesante que decirla hoy, he recibido un informe de la Seguridad Social donde está usted en una lista de los que más dinero les cuesta y han propuesto un plan para mejorar su calidad de vida a la vez que a ellos, bueno a ellos y a todos nosotros, porque la S.S. somos todos, nos va a costar menos dinero, ya sabe usted doña Manuela, cómo anda España ahora ¡peor que nunca!, tenemos que ahorrar porque de esta manera habiendo dinero en las arcas del Estado así tendrán de donde robar los políticos y con suerte quedará un poco para mejorar la salud de los que más lo necesitan”.
“Bien, pues el plan es el siguiente: Como le decía antes, usted consume muchos medicamentos”, “sí hijo pero es que LOS NECESITO TODOS”, “Ya, ya, si estoy de acuerdo en que los necesitaba todos, por eso se los he ido recetando durante estos años, pero como veo que tampoco le soluciona sus problemas mis jefes me han propuesto un cambio bastante significativo, de momento ya no se tiene que tomar NINGUNO DE ELLOS, realmente no eran demasiado importantes, usted realmente no tiene enfermedades graves, unos son achaques propios de la edad y otros fruto de las malas costumbres que durante muchos años han ido haciendo mella en su cuerpo, como por ejemplo el tabaco, una alimentación incorrecta, falta de ejercicio, etc”.
“Ya pero es que yo después de la guerra pasé mucho hambre y hoy que puedo comer no me vaya a racionar la comida… y el tabaco… por favor, no me lo quite porque me mata en dos días, por más que lo intento no puedo dejar de fumar,
“Ya, ya, ya, lo iremos viendo despacio, sí es cierto que está un poco RELLENITA y eso la dificulta el movimiento así que vamos por partes”.
“Mire doña Manuela, el plan es el siguiente: Como le he dicho antes, los medicamentos serán todos retirados, sin embargo la Seguridad Social le va a REGALAR UN PERRO, ¿tiene usted o ha tenido ya perro?” ¡Pues no! Porque lo tiene una vecina y eso es un engorro, salir a la calle a pasear con él tres veces al día ¡con todas las cosas que yo tengo que hacer! Y luego en el invierno con sus fríos y sus lluvias eso es un engorro, yo prefiero echarme un ratito en el sofá después de comer y por supuesto del café y los bollos, luego veo las novelas esas de chicos y chicas jóvenes con sus líos, todos tan guapos, ¡me encantan! ¿los ve usted también doctor? ¡ah! Y esas charlas en las que discuten y hablan todos a la vez de esas golfas y no se entiende a nadie, que si se pegan o se separan del novio ¡eso sí que me gusta!, ¡no me pierdo ni una!”.
“Pues eso doña Manuela, como la iba diciendo: La Seguridad Social la va a regalar un perro, sí un perro de esos que algunos hijos de puta cogen de mascota y cuando se cansan de ellos aprovechan el viaje de vacaciones y a trescientos km de su casa lo dejan abandonado en cualquier gasolinera para que el animal no sepa volver al lugar que fue su hogar y con suerte le pegue un coche una hostia y acabe con él”.
“El perro que le van a entregar (y que usted se va a hacer cargo), ya tiene unos diez años que multiplicados por siete pues más o menos tiene la misma edad que usted. Como «perro mayor» también tendrá varios problemas de salud, entre otros tendrá problemas de movilidad porque parece ser que la comida no le faltó y por ello está un poco obeso, también ha comenzado ya con la artrosis o artritis y algunos días lo encontrará torpe e incluso se negará a caminar, vamos, que más o menos “el perro y usted y usted y el perro” están acarreando con los mismos problemas de salud”.
“Vamos por partes”: De la comida del animal no se tendrá que encargar, es gratis, igual que las medicinas que usted estaba tomando cada día, porque cada mes vendrá por aquí y yo le entregaré un vale para su manutención que según los contables de la S. S. es mucho más económico que las facturas que a su cargo pagaba la S. S. a las farmacéuticas, esto a usted económicamente no le repercute porque antes no pagaba medicamentos y ahora no paga la comida del animal por lo que no debe preocuparse por ello ya que sé que su pensión es un poco justa para la vida que lleva.
(Continúa el doctor con la receta). La dieta del animal y la suya van a ser parecidas, llevarán una alimentación moderada, sana y equilibrada, necesitará una balanza para pesar la comida, según el estudio de la S. S. la suya será SIETE veces más en peso que la del animal.
Cada mes cuando venga aquí a recoger el «vale» se traerá al perro para que yo vea el aspecto que tiene pero aun así ese día le haré un volante para que lo lleve ese mismo día a un centro especializado para que le hagan una revisión exhaustiva de su salud perruna, análisis de sangre y orina, revisaremos el colesterol, triglicéridos y todos los elementos que puedan perturbar su salud, le tendrán en una cinta caminando durante una hora, con unos sensores conectados a una máquina para asegurarnos que el perro se mantiene perfectamente entrenado teniendo en cuenta su edad; la máquina finalmente nos dará un informe y si todo está según lo previsto seguiremos con el plan, si el perro ha perdido calidad de vida a usted se la penalizará con parte de su pensión porque entendemos que la está gestionando mal y eso a la larga repercutirá en usted con largos periodos ingresada en el hospital y en definitiva generando gastos a la Empresa y en definitiva a todos porque “La Seguridad Social somos todos”.
Huy, huy, huy, ¿me dice usted que tengo que cambiar mi vida y mis medicamentos por un perro? “Pues sí, no es la primera vez que hacemos esto y aunque le parezca mentira los pacientes que lo hicieron se sintieron mejor después de los primeros meses, es cierto que la vida le va a cambiar un poco, pero créame, no puede continuar ni un minuto más con el ritmo de vida que lleva, levantándose a las tantas, hartándose de comida, fumando, matándose a siestas y sofá y transportando constantemente esos ochenta y cinco kilos que tiene su cuerpo, verá como cuando pierda una veintena de kilos le va a parecer que va caminando por un camino de plumas y se sentirá 20 años más joven”.
Al escuchar aquello de “20 años más joven” los ojos de doña Manuela se hicieron más grandes, el cambio parecía que le comenzaba a gustar incluso de repente parecía que ya tenía mejor salud que cuando entró en la consulta un rato antes.
Mire usted doctor, no puedo dejar mis pastillas del alzheimer, de la diabetes, de la circulación “Sí, sí que puede, y además como doctor suyo que soy y por lo tanto debo velar por su salud, le voy a dar unos consejos que le pido ponga en marcha rápidamente”:
1_ Lleve una alimentación equilibrada tomando moderadamente alimentos en buen estado como frutas, verduras, pescados, carnes, legumbres, etc, no deje de un día para otro la comida en la nevera, mi abuelo decía: “a la moza y a la mula por la boca le entra la hermosura”, no le importe gastarse el dinero en la comida, yo sé que su pensión es escasa pero no le importe tomar cada mes un poco dinero del banco, si al final a sus hijos y/o sobrinos siempre les parecerá poco con lo que se encuentren el día que usted ya no esté por aquí.
2_ El tabaco debe dejarlo de inmediato, hay muchos medios para conseguirlo y que yo sepa hasta la fecha nadie se me ha muerto por dejarlo, el mal ya se lo ha hecho durante más de veinte años pero al menos no seguirá a más, ¿pero voy a vivir más si no fumo? De eso no estoy seguro pero de que va a vivir mejor, SÍ.
3_ Interésese solo por aquello que realmente le incumbe, no pase el tiempo mirando por las ventanas observando y criticando a sus vecinos si entran o salen si hacen o deshacen.
4_ Deje en paz a sus hijos y no los moleste llamándolos por teléfono varias veces cada día para recordarles el estado de su salud porque ellos ya son conscientes de ello y no pueden hacer más de lo que ya hacen. No se entrometa en sus asuntos porque ellos ya son mayores y responsables y sabrán muy bien las decisiones que tendrán que tomar en su vida diaria, si le piden consejo no dude en dárselo, el refrán dice que “del viejo el consejo”.
5_ Deje de ver tanta televisión basura y limítese a ver los informativos sobre las noticas actuales porque de vez en cuando la llamarán para las urnas y aunque sean todos “unos lobos con piel de oveja” o dicho de otra manera: un atajo de gilicabromaripollas, su obligación es votar a quien mejor le convenga y para ello deberá estar informada. No olvide ver los informativos meteorológicos para saber si tendrá que abrigarse más o menos o llevar paraguas cuando tenga que sacar el perro al día siguiente.
6_ Siempre habrá algo que le guste hacer y dedíquele tanto tiempo como le sea posible, manualidades, leer, actividades en alguna asociación, etc, mucha gente agradecerá su experiencia en la vida y usted estará satisfecha por ello.
7_ Únase a un grupo afín, quizás de esos que viajan medio gratis de vez en cuando, si después de un tiempo no cuaja en ese grupo déjelo porque es incompatible y no se puede estar luchando siempre contra las inclemencias, quizás deba cambiar su genio, nunca es tarde.
8_ Déjese de tanta limpieza en la casa y a la vez no la abandone, mantenga su cuerpo limpio y aunque le cueste trabajo dúchese varias veces por semana.
9_ Olvídese de las pastillas para dormir, si tiene problemas de ese tipo lo que puede hacer es que después de cenar dése una caminata con paso firme y ligero preferiblemente con el perro que a él también le vendrá bien, y cuando llegue de nuevo a casa tómese una infusión y caerá en la cama como la rama muerta de un árbol seco.
10_Cuando hable con los demás medite por un instante lo que va a decir y no diga tontadas con tal de llamar la atención como los niños pequeños, lo más probable es que alguien le protestará con razón y a usted le sentará mal arrepintiéndose un rato después por lo que dijo.
En definitiva: Necesita reestructurar un poco su vida, redimir sus pecadillos de los últimos años y ponerse al día, verá como todo le cambia para bien.
“Aquí está la RECETA para recoger su nuevo compañero _ el doctor extendió la mano con un papel en ella _ pásese por la PERRERA MUNICIPAL que allí ya le está esperando un amigo con el que en los próximos años tendrá algunas conversaciones, un amigo que le hará mucho BIEN y poco MAL.
¡Que pase un buen día, doña Manuela! Y no olvide pasarse por aquí al mes que viene, veremos que tal anda SU SALUD.
Repito una vez más mi apoyo a las personas que toman medicamentos con frecuencia y espero que nadie resulte ofendido o molesto por esta historia, es solo una historia humorística o como pueda llamarse (yo de esto no entiendo) que se me ocurrió una noche de verano y pensé en compartirla para haceros más llevadera la vida.
Si llegaste aquí es que te gustó, no te importe compartirlo.
Muchas gracias por vuestro APOYO y comentarios. alcorlopantano.com