Fin de semana en el refugio campestre de mis suegros, a primera hora ya andaba buscando algo «que llevarme a la boca», en estas fechas el campo está «muerto» solo quedan los restos de lo que fue.
Hace casi 30 años que planté un madroño en ese lugar, ahí se está defendiendo cada año, crece un poco y a la vez se seca otra parte, utilizo sus ramas para hacer alguna cosilla de madera, es muy bonita y dura.
El madroño es de los pocos árboles que conozco que a la vez tiene FLOR y FRUTO, es curioso, sus flores aguantan las heladas perfectamente al contrario que cualquier árbol frutal del huerto.
Según miraba por el visor de la 350D de vez en cuando aparecía un «humo» en la escena, era mi vaho, así que enfoca, encuadra, hecha el aliento y dispara…. ya sé que no importa la dificultad si no la foto en sí pero me gustará recordarlo. Así quedó una de ellas después de media docena de intentos.
Me gusta la foto de hoy, quizás sea porque muchas veces estuve debajo de ese árbol y nunca conseguí una foto así (este proyecto tiene la culpa, ¡seguro!), quizás por ese color tan peculiar del fruto y la ausencia de color en el resto de la imagen o quizás sea porque el proyecto me está dejando tan gilipollas que ya no soy capaz de distinguir una foto buena de otra «cualquiera» pero de cualquier manera ¡ME GUSTA MI FOTO! de hoy.
Aquí os dejo un recorte para ver detalles, ¡qué bueno es el Canon 60 mm! no me canso de repetirlo… quizás algún día tenga ocasión de probarlo en un sensor de 18 Mpix a ver hasta donde rinde…… ISO 200, F 5.6, 1/320.
muchas gracias por vuestro APOYO y comentarios. alcorlopantano.com