Si el título fuera Nikon 7700D no habría duda de que estaríamos hablando del siguiente modelo de cámara que sustituirá a la Nikon 7100 pero este relato nada tiene que ver con las cámaras fotográficas.
Hoy la empresa donde trabajo nos ha invitado a sus trabajadores a la típica “comida de Navidad” y aprovecho para hacer un poco de memoria y recordar que llevo en ella según un informe de la Seguridad Social 7700 días aprox ininterrumpidos o sea 21 años.
Este relato es largo e ideal para parados de larga duración, jubilados, curiosos, aburridos, etc, etc, etc, si no te encuentras en esta lista y tu tiempo también es oro quizás no llegues al final pero intentaré reflejar mi evolución en esta empresa, la evolución de la producción del huevo, los cambios sociales en el mundo laboral, etc, etc.Me temo que de ahora en adelante será cada día más difícil ver casos como el mío, el mundo del trabajo ha cambiado drásticamente y de repente, el asalariado nos vamos a ver a medida que pase el tiempo en situaciones económicas cada vez más difíciles.
Este verano recibí una carta de la Seguridad Social donde viene reflejado mi historial laboral así como las cotizaciones, etc, Sin pararme en los números (que no los necesito) llevo 34 años trabajando (comencé a los 17) y solo se han visto interrumpidos dos veces, la primera por el año del Servicio Militar obligatorio y la segunda “porque me dio la gana de tomarme unos meses de vacaciones” aprovechando que cumplía los tres años de contrato de mi segunda empresa y opté por no renovarlo, corría el año 1992. A partir de diciembre de 1992 no he cambiado de logotipo en el mono.
Según la fotografía llevo 11.661 días cotizados (hasta este verano) creo que datos como estos se van a convertir en “avis raris”.
Otro detalle más que os voy a comentar es que en estos 21 años (me voy a permitir decirlo así ya que quedan muy pocos días) tan solo la Seguridad Social ha tenido que pagarme 3 DIAS por una baja por enfermedad (amigdalitis) en el 1994 y este año 1 DÍA del que muchos de vosotros conoceréis por la entrada 091/365 (Click AQUÍ) por culpa de un pequeño accidente laboral, el resto de días que tuve que trabajar ahí estaba yo, siempre a Dios gracias.
Yo aparecí en esta empresa por casualidad, un compañero de un curso del INEM me llamó un día diciéndome que necesitaban un “ayudante de electricista” en una granja, por aquellos entonces España ya las estaba pasando canutas por culpa de aquella “otra crisis” cuando la Expo de Sevilla, fue acabar la Expo y no había trabajo por ninguna parte.
Estuve haciendo una entrevista con el Ingeniero Jefe de Mantenimiento, más de una hora y media de charla, era mi segunda entrevista de trabajo desde que comencé el mundo laboral, lejos de necesitar un ayudante de electricista que era lo que rezaba el anuncio del INEM buscaban un operario con conocimientos de electricidad, fontanería, calefacción y sobre todo mecánica, yo reunía perfectamente todo lo que se necesitaba así que TRES días después me estaba calzando el mono de trabajo de esta empresa.
El trabajo no podía ser peor en cuestión de mantenimiento, se trataba de una granja avícola, estiércol, olores, polvo y suciedad por cada lugar donde pusieras la vista, nubes de moscas que si no andabas con cuidado y con la boca cerrada podías «desayunar» con ellas; del sueldo no quiero recordar, simplemente comentar que era la mitad de lo que cobraba en la empresa que había dejado 11 meses antes pero no me importaba, era una empresa grande y pensé que con el tiempo todo llegaría.
El primer año de trabajo creo que trabajé la mitad de las fiestas y la mitad de los fines de semana de todo el año, o sea era ponerse el mono y quitárselo 15 días después (bueno las fundas del mono las iba cambiando que no soy tan mal aseado), si venía una fiesta por medio pues también a trabajar.
A pesar de que se trabajaba muchos días seguidos yo lo llevaba perfectamente bien, era de largo el mejor trabajo que había tenido con mucha diferencia. Tuve la gran suerte que mi compañero era una persona casi cincuentona de los que como compañero NO TENÍA PRECIO, vamos, dicho de otra manera: de los que ya no quedan.
El primer año y medio me lo pasé así hasta que llegó un día que la empresa necesitaba para otra sección y según el anuncio del INEM, un mecánico ajustador, con conocimiento de electricidad y electrónica, con dominio del inglés o alemán, con experiencia de haber trabajado en el extranjero, y algún que otro etc, etc, para el mantenimiento y reparación de diversas máquinas que la empresa tenía en el centro de clasificación.
Parece ser que encontraron a una persona que reunía todo aquello excepto el apartado electricidad y electrónica.
Tal sujeto estuvo durante un año y medio en la empresa. Durante este tiempo todo el mundo (excepto el jefe) había observado que menos “saber reparar cualquier máquina” el resto lo hacía todo bien, invitar a café a los encargados, charlar e invitar a celebraciones a gente importante de la empresa, etc etc, hasta que llegó un día que una de las máquinas estuvo todo el santo día parada y no supo repararla, al finalizar el día un encargado no tuvo más remedio que comunicárselo al jefe y automáticamente el sujeto pasó a ingresar en las filas del paro, a mí me tocó reparar aquella avería al día siguiente porque no iba a venir un “holandés” a solucionar un problema de media hora.
Nuevamente pusieron otra vez el anuncio en el INEM con los mismos requisitos pero parece ser que no acertaban con la persona adecuada, entraron varios mecánicos con experiencia pero duraron pocos días, (creo que no concordaban sueldo y trabajo) tan solo el periodo de prueba de 15 días, mientras tanto y como no había nadie más “apañao” en la empresa me llamaban a mí cada vez que había algún contratiempo.
En poco tiempo el encargado de la máquina grande que era el corazón de la empresa se dio cuenta de mis dotes para solucionar cualquier avería que se había presentado y que dicho sea de paso no solía ser gran cosa (sobre todo para el que sabe) y cuando ya llevaba 3 meses yendo por allí de vez en cuando, fue el propio encargado quien habló con el jefe para que no buscaran a nadie y me colocaran a mí en aquel puesto de trabajo.
Ese puesto nada tenía que ver con lo que yo realizaba en aquellos momentos en otro lugar de la empresa, era un puesto de muchísima más responsabilidad, se trataba de una máquina que no podía parar, no debía parar, era el corazón de la empresa como he dicho antes, yo tenía mis dudas pero cuando no se tiene nada que perder “todos somos muy valientes” y después de una charla más bien cortita con el jefe cambié de lugar de trabajo.
La máquina era ENORME, 24 salidas que arrojaban un estuche de huevos cada segundo cada una de ellas, era una MOBA 8000 fabricada en 1987, aquello era como UN CARRO DE COMBATE, grande, pesada, robusta, diseñada para trabajar 40 años como mínimo pero tenía su parte negativa: piecerío de plástico que se rompía con frecuencia, electrónica ya moderna y fiable pero suficiente como para volverte loco, y ahí caí yo, de cabeza, dispuesto a dominar semejante bestia.
En pocos meses ya tenía claro como funcionaba aquello, al menos tenía los esquemas eléctricos y electrónicos de ella y aunque no tengo ningún diploma para certificar mis conocimientos sobre estas materias rápidamente aprendí a bailar su música y nos llevamos perfectamente bien hasta finales de 1999 donde se paró definitivamente dejando paso a su hermana más moderna.
En aquellos tiempos (1996) los huevos se comercializaban en “estuche” (quizás recuerdes) pero cada vez que se rompía uno de ellos en la tienda la “liaba parda” manchando todo lo que tenía a su alcance así que se puso en marcha la parte del RETRACTILADO (envoltura de plástico) y comenzaron a llover máquinas en la empresa.
En esa misma fecha ya no servía solo poner huevos bien protegiditos en la tienda dentro de un estuche, ahora había que escribir en cada uno de ellos «de ·donde venía y para donde iba” y comenzaron a llover más máquinas, estas ya con una tecnología que a día de hoy no se ha superado, gotas microscópicas de tinta con características eléctricas que se cargan de electricidad estática y que manipulándolas correctamente son capaces de crear caracteres.
Son capaces de escribir tres renglones en un huevo a una velocidad de 1 metro/segundo en otras palabras, que el ojo no es capaz de ver como se escribe el texto en un huevo, puedes hacer una prueba, toma un huevo y lo miras con una lupa, verás los “puntitos”
Fue a principios del “Año Cero” (2000) cuando la empresa tomó una importancia muchísimo mayor en el mundo de la producción de huevos y pasó a clasificar casi UN MILLÓN de huevos diariamente y se trasladó a un lugar nuevo a la vez que una nueva máquina enorme, americana, nueva y cara apareció de repente y todo se complicó bastante pues ni la máquina, ni el personal, ni nada del lugar parecía que tenía ganas de trabajar, a veces he pensado que el problema estaba en la ubicación geográfica del lugar, aquello que se llama un agujero negro o similar.
Aquello duró OCHO años de penitencia y al final los responsables optaron por darle “matarile” y nos la quitamos de encima.
Inmediatamente otra nueva máquina cayó del cielo al mismo lugar, en el mismísimo sitio, mismo fin, clasificar huevos por peso y con calidad, pero en muy poco o en nada se parecía el funcionamiento de ambas, la primera “quería” pero no podía/sabía, la segunda QUERER y PODER es pan comido para ella.
Voy a explicar un poquillo sus maravillas porque entiendo que no sabrás muy bien como es la “trazabilidad” del huevo y cierto es que resulta curioso.
A primerísima hora de la mañana se ponen en marcha unas larguísimas cintas que lentamente transportan los huevos hasta la entrada de la máquina, automáticamente se colocan en filas unos detrás de otros hasta que ingresan en el primer módulo, este se encarga de saber su estado, no es necesario ni “tocarlos” los huevos pasan rodando y 12 cámaras fotográficas se encargan de “fotografiarlos” a todo su alrededor (un total de 16 fotografías por cada huevo) estos datos los recibe un programa que determina el nivel de fisura,rotura o suciedad, en el supuesto de que el huevo esté roto con pérdida de líquido automáticamente lo saca de la máquina para que no manche la zona del transporte.
El siguiente módulo es para verificar si está fisurado (no roto pues si estaba roto ya no existe porque el primer módulo lo eliminó), 16 sensores se encargarán de chequear cada huevo en todo su contorno, pequeños golpes se aplican y unos micrófonos escuchan las respuestas, el programa correspondiente determina si es apto para cliente o lo separa a otra línea (para hacer bollos por ejemplo).
El siguiente módulo se encarga de “matar” las bacterias que pueda acarrear en la superficie, es una pantalla de UV (rayos ultravioletas) de la que no tengo buen recuerdo pues en pocos segundos me quemó la vista, entrada 091/365
El siguiente módulo es el del peso, en aproximadamente 1/3 de segundo se pesa cada huevo una media de 275 veces y saca el promedio con un error de 0.2 gramos, para que te hagas una idea de lo que es 0.2 gramos corta un trozo de folio de 3 x 4 centímetros y póntelo en la mano, apenas apreciarás peso, pues eso es, repito 0.2 grm.
A partir de ahí, en un punto del transporte, a cada huevo se le imprime un texto con todas las características como la fecha de puesta, granja, consumo, etc, etc, estas máquinas siguen siendo las mismas que comentaba más arriba, poco han evolucionado entre otras cosas porque no es necesario.
Toda la barbaridad de DATOS llegan a un ordenador CENTRAL que se encarga de dar el último “visto/bueno” de cada huevo pero para ello necesita de otros CUATRO “colaboradores” (ordenadores) más y una veintena de PROCESADORES de diferentes partes de la máquina para asegurar en cada instante que se encuentra en un óptimo funcionamiento.
A partir de ahí unas máquinas depositan la tapa del estuche y se le aplica una etiqueta, se envuelven en plástico retráctil y ¡a la caja! .
Habrás observado que en ningún momento el huevo no es necesario ni tocarlo.
Volviendo de nuevo al mundo del trabajo: A lo largo de todos estos años prácticamente he trabajado “solo”, la primera máquina que hablaba al principio en los CINCO años hasta que se paró definitivamente no estuvo ningún día parada salvo algunas horas, la segunda (americana) en los OCHO años tampoco, los técnicos de ellas cierto es que “brillaron por su ausencia” y en la que trabajo actualmente en SEIS años tampoco llegó a pararse más de varias horas, la causa más importante de averías son los roedores que se meten por las instalaciones y hacen unos devoros de cables que juntan los datos con la potencia y preparan unas de las de «echarse a temblar», para hacerse una idea el gasto de «piezas varias» de sustitución por desgaste durante este año ha sido de 2500 euros, pero averías electrónicas superaron los 6000.
En todos estos años varias veces he devuelto “a la vida” máquinas que llevaban varios años desmontadas en el almacén esperando que el chatarrero pasase por allí y después de adecentarlas no por eso dieron más problemas que las nuevas,
Quizás pienses que el “jefe” estará contento conmigo, pues no lo sé, no tengo “datos” suficientes como para poder asegurarlo.
21 años son años como para haber pensado en cambiar de trabajo sobre todo esos años en los que “sobraba trabajo” y en los que el obrero que ganaba menos de 1500 euros parece que “era tonto, cobarde o inútil», varias veces estuve tentado, mi puesto de trabajo no ha sido precisamente siempre una maravilla y como todo el mundo he tenido rachas de estar hasta el mismo “moño”.
En la actualidad tenemos más de 60 máquinas de todo tipo que son con las que me toca “pelear” cada día, revisión, ajustes, modificaciones, etc, etc siempre ando escuchando “sus corazones” porque muchas veces “gritan” como solo pueden hacerlo con sus vibraciones anómalas o sus chirridos y es el responsable de mantenimiento quien debe “escucharlas” si no andas con vista y con mucha responsabilidad llega el día que la historia vuelve a comenzar en el punto de 1995 donde mi antiguo compañero pasó al desempleo.
Quizás pienses que yo soy importante en la empresa, pues no, esto que yo hago no es nada comparado con lo que pueden hacer otros que moviendo unos números a través de una computadora hacen tambalear la economía de una empresa o de un país.
Bueno, pues esta es mi vida laboral de los últimos 21 años, de aquí en adelante es una incógnita con lo que me voy a encontrar pero seguiré en la misma línea siempre que la empresa quiera y mi salud me lo permita.
Aquí te dejo otra propuesta, no ha sido un día muy especial es fotografías «para mostrar».
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