Sonidos, Problemas y Soluciones

Desde que comencé a grabar actividades musicales y fatal no he parado hasta encontrar la solución para conseguir un sonido si no perfecto en calidad sí útil para poder escucharlo.
Aquí os dejo el ENLACE a un vídeo complementario de esta entrada. Quizás sea un poco largo pero el sonido «hay que escucharlo» no sirven solo unos segundos.
El micro de la Canon 7D ya sabemos que es MONO, una lástima pues sin apenas coste le podían haber puesto los dos para estéreo, y gracias que se acordaron de poner una entrada para micro… a todos nos gusta tener un efecto estéreo con aspecto 3D.
Todos sabemos que el nivel sonoro de un concierto es brutal, hablar allí para comunicarse resulta imposible pues solo gritando te pueden entender, eso para hacerse una idea.
Cuando hablo de conciertos también me refiero a las charangas y lugares donde hay gran volumen sonoro.
Primero me fabriqué un micrófono muy sencillo con dos células microfónicas y un amplificador de un solo transistor por canal, el nivel ya era suficiente, las primeras pruebas eras ya muy buenas, la entrada de mi blog se llama “Nuevos oídos para la 7D”, allí expliqué en su día los pasos de la fabricación con mucho detalle, desde el montaje al esquema eléctrico. El efecto estéreo era muy bueno pero cuando el nivel del sonido ambiente era demasiado fuerte no servía para nada, respondía peor que el de la propia cámara.

Como el micrófono autoconstruido tampoco me solucionó el problema me  compré uno de la marca BOYA modelo BY-SM80, no quería gastarme demasiado dinero en uno de esos profesionales que te pueden costar 350 euros y no tengo claro si son estéreo.

En el primer concierto descubrí que el BOYA respondía incluso peor que el autoconstruido a los sonidos fuertes, y también era más propenso al viento por lo que pasó mucho tiempo metido en el cajón desastre, el cajón de las cosas inútiles.

Como de conciertos tampoco voy mucho se me han pasado un par de años probando y probando hasta encontrar lo que creo que es la solución definitiva.

Al BOYA ya le había hecho bastantes perrerías, desde sustituir las células microfónicas por otras que prometían más hasta alimentarlo con otro voltaje pero daba igual. NOTA: los filtros que trae de fábrica no sirven DE NADA.

¿Cuál era el problema del autoconstruido y/o del BOYA?  Pues los dos pecaban de lo mismo: la electrónica de la amplificación. Esquema básico de un electret.

Resulta que en la mayoría de los casos una célula microfónica del tipo ELECTRET (micrófonos de corbata) no suministran un nivel suficiente para alimentar una cámara SLR o similar en un ambiente sonoro “normal” por lo que hay que “ayudar” un poco a la señal incrementándola tres o cuatro veces. 

En situaciones “normales” el micrófono BOYA o similares responde bien incluso en modo manual pues tiene un ajuste para subir o bajar el nivel pero ¿qué pasa cuando en vez de tener que amplificar tenemos que reducir el sonido? Pues bien sencillo, ¡que no hay manera de hacerlo!

Cómo la electrónica sigue amplificando independientemente del nivel de señal que haya nos encontramos que si en situaciones normales era nivel 1 en la entrada al amplificarlo ahora son 10 (es un ejemplo) por lo que la electrónica no es capaz de trabajar con semejante brutalidad traduciendo el sonido en una distorsión que poco más imposible ni de aguantar por unos segundos a pesar de que el nivel de grabación sea correcto. NO CONFUNDIR.

Llegué a esta conclusión después de probar como respondía un pequeño montaje de un micrófono fabricado de una manera rápida con un portapilas y dos células microfónicas, sin transistores ni nada, después de gritarle, aplaudirle y hacer que reprodujera sonidos de lo más fuerte que imaginé (esto me llevó a una semana de afonía) mi sorpresa fue mayúscula cuando vi las ondas en el Adobe Audition    ¡no había distorsión! Pero la prueba definitiva fue ver en el Adobe Audition la onda reproducida de una fuerte palmada muy cerca del micrófono, no había duda, mientras que la salida “normal” del BOYA la reproducía mal la nueva salida lo hacía bastante bien así que busqué una manera de sacarle provecho al BOYA para no tener que ir cargado con varios micros y así quedó.

En el dibujo siguiente se puede ver a “grosso modo” como está diseñado el BOYA o cualquier otro de este tipo. Tiene una salida para la cámara y otra para verificar el sonido con unos auriculares, ambas independientes.

Realmente no se podía esperar nada bueno de la grabación cuando en los conciertos ya se escuchaba fatal en los auriculares aun estando al mínimo.

La modificación del BOYA consiste básicamente en sacar la señal directamente de las células sin llegar al apartado de la electrónica de amplificación, de esta manera seguiremos escuchando por los auriculares un sonido super saturado pero a la cámara entrará limpio; como el nivel de grabación puede ser AUTOMÁTICO pues no debemos de preocuparnos.

¿Servirá el BOYA para cualquier tipo de situación? Yo tengo bastante confianza en que SÍ y me explico:

1) Para situaciones de nivel extremadamente fuerte la salida sería la “nueva” o sea, sin amplificar, directamente de las células.
2) Para situaciones “normales” la salida de fábrica.
3) Para situaciones muy débiles se puede utilizar la salida de auriculares, físicamente no hay problema de avería o malfuncionamiento pero no será nunca un buen sonido mientras no haya en el ambiente un sonido “limpio” porque cuando el sonido está lejos del micrófono se mezcla con los diferentes sonidos ambientales y es muy difícil de solucionar, claro que para eso ya tengo preparada la opción 4.
4) con un emisor receptor de 2.4 Ghz se puede solucionar en parte.
Hace tiempo compré un equipo de esos con la esperanza de que dejaría el emisor con el micro en un lugar del concierto alejado de los altavoces mientras yo pulularía grabando por cualquier lugar pero “mi gozo en un pozo” ni 100 mts que prometía el fabricante ni tan siquiera 10, tan solo unos CINCO metros llega de una manera eficaz, luego se comienza a cortar la comunicación constantemente.

Mi primera sorpresa fue que el receptor no tenía alimentación interna por lo que en la calle no sirve, está diseñado para alimentarlo en casa pero aun así lo modifiqué instalando dentro una célula de lipo de 3.6 voltios, eso no modifica las características.

No es que sea la mejor opción este tipo de aparatos “baratos” (50 euros) pero puede ayudar en situaciones como mini conciertos donde se puede dejar cerca de los músicos o altavoces y “te puedes mover” manteniendo el mismo nivel y calidad como si estuvieses mucho más cerca, no hay que olvidar que el sonido como la luz cada vez que te alejas un metro el nivel cae la mitad pero si te alejas 2 mts cae CUATRO veces.

También espero que sea MUY INTERESANTE el mezclar las señales del micrófono BOYA instalado en la cámara y a la vez mezclado con el que está alejado cinco metros (veáse el vídeo del Alto Rey minuto… ) si hubiera estado instalado este sistema se recogería mucho mejor el sonido de los instrumentos y las voces.

OTRAS MODIFICACIONES EN EL BOYA.
El led rojo que aparece arriba es otro “invento” se activa con uno de los pulsadores de la parte trasera que por supuesto anulé al no ser útil como filtro y que sirve para comprobar el estado de las pilas antes de que lleguen a agotarse.

Otro detalle es la rueda del volumen, está marcada con puntos blancos para saber qué porcentaje se está utilizando, de otra manera no sabes si se está al mínimo al medio o ya al máximo.

El consumo es de 25 mA lo que significa que estará durante al menos 24 horas funcionando ininterrumpidamente con unas pilas recargables de 800 mA y con unas LR03 puede estar trabajando 3 días. Vista interna del Boya BY-SM80.

El filtro anti viento peluche blanco que trae funciona bastante bien aun así le confeccioné uno un poco más eficaz aunque abulte más. El peluche atenuará las frecuencias más altas, a partir de 8ooo Hz  ocho kiloherzios pero para los de mi edad o superior ya no importa porque no las podemos escuchar.

Aquí os dejo el ENLACE a un vídeo complementario de esta entrada. Quizás sea un poco largo pero el sonido «hay que escucharlo» no sirven solo unos segundos.

Unos días después subí este vídeo donde se puede comprobar como el sonido ambiente enmascara los sonidos que se encuentran más alejados de la cámara por eso a veces resultará IMPRESCINDIBLE hacer uso de uno externo bien sea por cable o como la prueba del vídeo, con el emisor receptor de 2.4 Ghz.

También se puede apreciar la diferencia, en este caso en un Karaoke, del sonido ESTÉREO del micrófono BOYA y el de la Canon 80D, desde este ENLACE.

Muchas gracias por llegar hasta aquí, si crees que puede ser interesante no dudes en compartirlo.

Agustín y sus cosas. alcorlopantano.com