¡Yo quiero ser Fotógrafo!

¡Me voy a comprar una cámara de fotos! ¿Cuál me aconsejas? ¿Con ella haré fotos como las tuyas? ¿Cuánto cuesta?… _dime: ¿Qué tipo de fotos vas a hacer?_ Puesss no se… ¡De todo! ¡Como tú! Pero que no sea muy complicada ¡eh!… _pues entonces cómprate un equipo básico de 350 euros_.
Tantas veces escuché esto que hasta me ofende cuando me preguntan eso, ¡póbrecitos! ¡lo que hace la ignorancia! No saben ni lo que están preguntando, para empezar hablan de «una cámara» y no de un equipo de fotografía, les entra por los ojos tus fotos y no saben lo que hay detrás, piensan que es “pulsar un botón” y ¡yaaassstá!
En este post y basándome en mi experiencia voy a intentar explicar como es este mundo, siempre desde el punto de vista de USUARIO o usuario avanzado y no desde el profesional.
Desde que las tiendas nos comenzaron a ofrecer cámaras DIGITALES allá por principios de siglo he podido distinguir principalmente a CUATRO tipos de usuarios de cámaras fotográficas o “fotógrafos”, palabra que no quisiera escuchar cuando se refieren a mi persona. Digo CUATRO tipos de usuario basándome en el tiempo (en años) que permanecen cámara en mano y la usan frecuentemente.
La mayoría de nosotros comenzamos por lo mismo que es descubrir qué se esconde dentro de ese mundo, en principio tan desconocido y a la vez apasionante, tanto que a muchos nos “atrapa” en su
red.

Todos comenzamos con muchísima ilusión y por ello disfrutamos una barbaridad descubriendo qué se puede hacer; ya cuando haces las primeras fotos nocturnas y ves la potencia de la cámara ya estás enganchado.
El manejo de la cámara en pocas semanas se aprende, otra cosa muy diferente es conseguir grandes fotografías porque eso es “harina de otro costal” aunque he visto alguno ganar premios de fotografía de cierta importancia en menos de dos años, pero de esos “pocos”.

Una anécdota: haciendo fotos en un evento familiar un chaval de 16 años me pidió la cámara para probar, estaba todo preparado, flash apuntando al techo y demás… solo había que encuadrar y pulsar; al rato me devolvió el aparato a la vez que me preguntaba muy entusiasmado ¿Cuánto gana un fotógrafo al mes? _Pues no lo sé_ vio tan fácil el hacer fotografías que rápidamente pensó que esa podía ser su profesión de futuro pues se quedó sorprendido lo fácil que era, solo había que pulsar un botón, jajaja..

Al primer GRUPO de usuarios pertenecemos casi todos pues son aquellos que se compran un equipo básico de cámara pero no la más barata y bolsillera sino una de esas que vamos a llamarla “Reflex” o similar porque no tiene bien claro que es lo que hay detrás de ello y no confían en si serán atrapados por esta afición, no quieren gastar mucho dinero por si  a los cuatro días se aburren y lo guardarán en un cajón o lo tienen que malvender, por lo que no es necesario que se compren trípode, ni mochila, ni baterías extra, ni filtros, ni nada.
Los de este grupo suelen ser “comodones” y poco perseverantes pues casi todos los experimentos serán en su casa sin pasar frío ni calor, probarán eventualmente fotografiando a sus amigos, a sus hijos etc y a los cuatro días estarán ya aburridos porque no comprenden bien porqué unas fotos salen bien y otras no tanto y lejos de “estudiar el tema”, profundizar en él y aprender (porque nunca pensaron que habría que estudiar para hacer fotos) se aburren, les agobia y se deprimen cada vez más a lo largo del tiempo hasta que poco a poco la cámara va tomando más calor arropadita y bien guardadita en su cajón.
Lo bueno es que los pertenecientes a este GRUPO no van a perder mucho dinero porque ese equipo lo pueden vender a mitad de precio, por lo que la broma les sale con 200 euros de negativo, que no es una fortuna, por lo que mereció la pena esa experiencia de comprobar qué es eso de la fotografía y en adelante verán con “otros ojos” cada fotografía que les llame la atención porque ellos han sido INCAPACES de hacer algo parecido.

El GRUPO segundo o número dos: El sujeto de este grupo va un poco más adelante, le cogió soltura a la cámara, se siente a gusto experimentando y aprendiendo y siente PASIÓN con lo que hace, aprendió rápido el manejo pero no le gusta el objetivo de kit porque es bastante  “exigente”, ha descubierto que por la noche también se suelen hacer muchas fotografías y cuando las ve en la pantalla y no le gustan _porque no están limpias y demás_  y descubre que es culpa de su objetivo porque no le da la luz suficiente, tampoco consigue esos desenfoques del fondo perfectos que ha visto en las fotos de otros colegas por lo que lo primero que va a hacer es continuar comprando, en este caso un objetivo de 2.8 cosa que se resiste a hacerlo porque vale lo mismo que la cámara y no es “moco de pavo” ya que el gasto es el doble del pensado originalmente, pero aprovechando un ataque consumista en breve el objetivo acabará dentro de la mochila. Gastó dinero pero durante cierto tiempo será feliz con la nueva compra pues le abre un abanico más grande de posibilidades.
Este usuario va un poco más allá del GRUPO primero, en vez de tardar tres meses en aburrirse del tema suele tardar entre UNO y TRES años porque a esas alturas ya parece haber realizado todo tipo de fotografías que se podían hacer y comienza a aburrirse, se resiste a seguir gastando más dinero y normalmente lo que hace es guardar el equipo y sacarlo en contadas ocasiones como cumpleaños, algún concurso fotográfico, algún compromiso, etc y no se complica la vida con la dichosa fotografía porque ve que no tiene recompensa alguna.
Por el camino también ha descubierto que hay objetivos que lo hacen todo, esos llamados “todo terreno” desde gran angular hasta super teleobjetivo y pensando que son una panacea pronto caerá uno en la mochila ya que no suelen ser muy caros y en vez de cargar con tres o cuatro _con el consiguiente peso y engorro_ lleva “todo en uno”.
Por supuesto que como le cogió el gustillo a la fotografía nocturna se tuvo que comprar un trípode o quizás dos (por ahorrarse un poco de dinero y envergadura en el primero) porque o bien cayó por su propio peso o bien porque un colega se lo demostrara qué haciendo la misma foto a uno le salía bien y al otro mal.
Como le gusta tocar “todos los palillos” también hará retratos y por supuesto verá la necesidad de un par de flases y también un paraguas y etc. Posiblemente también descubra el macro, los bichitos, y tendrá que comprarse un objetivo especial para ello. También puede que le gusten los deportes y necesitará un gran teleobjetivo porque como no se puede acercar al sujeto lo que tiene (ni siquiera el todo terreno) le sirve.
Total que a estas alturas ya vamos llegando a los 2.000/3.000 euros en la mochila, que son demasiados teniendo en cuenta que comenzó con 350; si alguien el primer día de entrar a la tienda a por la primera cámara le hubiera dicho que se gastaría tal cantidad de dinero para “hacer fotos” no le habrían bajado ni la caja de la estantería pues hubiera salido de la tienda sin decir “hasta luego Mari Carmen”.
Para este segundo GRUPO el problema viene cuando ya lleva un par de años o más y se empieza a preguntar ¿y ahora qué? _No le importa el dinero gastado porque estará recompensado por el disfrute ni hay marcha atrás, _“lo gastado gastado está”_  ¡si ya he hecho fotografías de todo tipo! ¿Qué voy a seguir haciendo? y es cuando el camino se bifurca y/o bien toma el camino del abandono por el aburrimiento o coge el otro camino que es el del usuario número TRES y sigue empeñado invirtiendo en formación, material y tiempo.

Ahora vamos con el usuario TRES. Comenzó como todos pero este ya superó los pasos del PRIMERO y del SEGUNDO. Siente VERDADERA PASIÓN por la fotografía y esta le puede, es como una droga o como la morfina para el enfermo, cuando está con ella (la cámara) es feliz, está deseando que llegue pronto el fin de semana para sacar su equipo a pasear y ver qué puede descubrir.
Ya tiene gran parte del material que se puede comprar pero no le importa seguir perdiendo más TIEMPO y más DINERO, es como una droga, pero de repente este también (aunque más tarde que el segundo usuario) se encuentra con la pregunta de ¿Y ahora qué? Pues está en un punto donde le cuesta avanzar, parece que se estancó y si no le “empujan” no sale de ese charco por lo que tiene que gastar parte del presupuesto en formación y se ve haciendo varios cursos de tipo diferente por no caer en el aburrimiento.
A favor tiene que es mucho más exigente y PERSEVERANTE que los anteriores y no le sirve cualquier cosa, el dinero tampoco es su prioridad, primero ya no le sirve el monitor que tenía porque la resolución de su cámara es muy superior a la de la pantalla y le gusta ver los detalles y color que su nueva cámara es capaz de mostrar y se gasta una pasta importante en un buen monitor.

No contento con eso descubrió que su cámara hace vídeo con un aspecto cinematográfico así que comienza a descubrirlo, algunos objetivos no le sirven y vuelve a sumar a la mochila alguno específico.
Como su cámara nueva ya maneja unos archivos muy pesados llega un momento que su ordenador tampoco le sirve pues se quedó lento y se atasca así que hay que volver a la tienda a dejarse otros 1.400 y pico porque el vídeo no se maneja con “cualquier cosa barata” y  porque no vas a ahorrar un poco de dinero y que en dos años se quede otra vez viejo.
Este tipo de usuario ya no le sirve ni siquiera esos objetivos del usuario SEGUNDO con buena luz y aberturas f2.8 y con zoom sino que compra cosas muy específicas y por supuesto caras.

Como no quiere comprar demasiados (que luego la mochila pesa mucho) estudia concienzudamente cual es la mejor focal y comienza con uno que parece va a ser la solución, pudiera ser un 35 f1.4 pero pronto cae en que necesita otros porque hay encuadres que los pierde por defecto o por exceso de zoom y va llenando la bolsa con el 50 f1.4 o el 85 f1.8 el 100 2.8 o el magnífico 70/200 f 2.8, etc ; total que entre tres o cuatro se coloca en más de otros 3.000 eurillos de nada, eso sí, disfruta de lo lindo gastando y usándolos que al final es de lo que se trata ¡de disfrutar!.
A estas alturas probablemente un solo cuerpo de cámara ya no tiene porque le surgió alguna compra de ocasión por el camino, que si más cómodo, que si más práctico, que si más moderno, etc. Y tendrá al menos DOS o TRES.

Como fue comprando todo el equipo sin saber hasta dónde llegaría se encuentra que tiene de todo pero aún QUIERE MÁS y se fija ya en equipos no semi-Pro sino PROFESIONALES de verdad por lo que casi todo lo que tenía acumulado ya no le sirve por lo que se encuentra en la tesitura de desprenderse de todo lo que no puede seguir utilizando y perder al menos la mitad de lo que pagó por ello o guardarlo en una caja para rara vez sacarlo de allí y trabajar solo con lo PROFESIONAL porque “una vez que comiste gambas ya no quieres langostinos” ja, ja,ja.

Creo que llegados a este punto los profesionales no lo dudan, lo venden al precio que sea para recuperar algo de dinero pues saben que no volverán para atrás, de ahí que a veces se suelen encontrar ocasiones muy buenas de equipos de dos o tres años, pero los usuarios muy avanzados (no profesionales) suelen resistirse a malvender todo aquel material cargado de recuerdos (a veces piden por su cacharro más que vale nuevo) y van llenando las estanterías de cuerpos, cámaras, baterías, objetivos, etc, etc.

Todos estos usuarios (de los cuatro grupos) se gastaron dinero en su equipo con la SANA y ÚNICA intención de DESCUBRIR y DISFRUTAR del mundo de la fotografía y nunca pensaron en sacar provecho económico alguno pero dentro de este grupo TERCERO estaría un grupo, creo que reducido, que voy a llamarle GRUPO CUATRO, de los que alguna vez hicieron algún pequeño trabajo y como tal lo cobraron (como una boda o un bautizo) que sumado a algún premio de concurso le ayudaron a pensar que son “grandes fotógrafos o profesionales” y que además de disfrutar de la fotografía pues pueden ganar dinero con ello y ese mismo día se desprenden de todo lo que tienen en casa que no se pueda llamar “profesional”, se tiran a la piscina y se compran lo mejor de lo mejor que había en la tienda, ni siquiera piensan en formarse porque han descubierto que para hacer fotos a unos novios o a unos niños con cualquier cosa vale, con saber manejar un poco la cámara «PROFESIONAL» es suficiente, el único problema está en saber o poder cobrarlo, eso sí, ¡el equipo tiene que ser profesional! Suele suceder que al poco tiempo se dan cuenta de que este mundo plagado de “profesionales de la fotografía” no es ni mucho menos lo que parecía pero al menos un buen equipo fotográfico está en sus manos.

Llegados a este punto te estarás preguntando en qué grupo me encuentro, ja ja ja, pues sí, pasé por los tres primeros llenando mis mochilas de nuevos aparatos y me quedé sin llegar al profesional porque eso… es para profesionales.
Cierto es que me dejé dinero por el camino por lo que si muero y os lo encontráis de ocasión no digáis nunca a mi mujer por cuanto lo compré, ja, ja ja.
Cierto es que volvería a repetir los mismos pasos porque al final se trata de ilusión, de disfrutar, porque mirándolo bien el dinero no me da la misma felicidad y 15.000 euros más en la cuenta bancaria no me harían ser más feliz de lo que me ha hecho hasta ahora la fotografía como por ejemplo aquellas noches vividas en el campo con frío intenso para conseguir una fotografía o las noches de primavera o verano en la oscuridad más absoluta de la montaña contemplando la Vía Láctea que de no ser por ella, por la afición a la fotografía no hubiera estado allí.

Por cierto hace unos días acaba de caer en mis manos una Canon 80D, y un Canon 85 mm f1.8, aparatos que aunque ya lleva varios años corriendo por el mundo recomiendo para los que estamos en el grupo tercero y sin intención de superarlo saltando al mundo PRO.
¿Hasta dónde puedes llegar si te decides a entrar en este mundo de la fotografía? No se puede saber, solo depende de ti, de tus ganas de aprender, de superarte, de descubrir, etc
En estos casi veinte años pocos he conocido que se quedaran en el primer grupo, la mayoría se quedaron en el segundo y los que pasaron al tercero ya son menos pero los que saltaron al PRO los contaría con los dedos de una sola mano.

Este es el mundo “real” de la fotografía, o al menos a mí así me lo parece, pocos se quedan con lo primero que compran salvo los que por cuestiones económicas o de tiempo o de “comodidad” no dedican más tiempo y dinero a esta afición.
Por cierto, voy a ver que tal se llevan la Canon 80D con el Canon 85 f1.8 que acaba de caer en mi red y os iré contando.

Muchas gracias por llegar hasta aquí y si crees que este post puede ser interesante no dudes en compartirlo. Agustín y sus cosas.  alcorlopantano.com