“Dios hizo el Universo infinito para que el EGO del Fotógrafo pudiera expandirse”. Esta frase no es mía, yo no tengo “tanta cabeza” como para formar una frase de esas características, se la escuché hace años a un compañero fotógrafo muy culto y cierto es que razón no le falta.
Hoy voy a hablaros sobre el “Ego del fotógrafo”, antes de nada comentar que yo no estoy limpio de pecado y por ello no puedo tirar “la primera piedra”; lo aquí expresado es mi opinión personal que puede o no coincidir con la realidad. Con este post espero crearme más enemigos que amigos pues es un tema muy delicado, a todos nos gusta que nos “regalen el oído” a la vez que odiamos que “nos restreguen por los morros nuestros defectos”. Nota: Si ante tus comentarios sobre su obra notas que cambia el semblante de su cara (a peor) ¡corta la conversación de inmediato!
Si después de participar en un concurso y no quedar en el puesto que suponías te sientes con tristeza, rabia, inferioridad y sobre todo impotencia claramente se te podía diagnosticar como “herido en tu ego” por lo que necesitas un antídoto contra ello que se llama “humildad”.
Si te sientes molesto después de leer este artículo deberías revisar tu ego, leyendo este post no vas a mejorar como fotógrafo pero seguro estoy de que lo harás como persona, que creo que tiene más valor que un montón de medallas CEF (Confederación Española de Fotografía).
A todos nos gusta que nos quieran, que nos valoren, pero lo del fotógrafo es ya otra dimensión. Todos necesitamos cariño, las redes sociales es un buen refugio, personalmente creo que es el principal motivo por el que han triunfado, allí encontrarás SIEMPRE a gente que te dirá “me gustas” pero que no conoces de nada y posiblemente no vas a conocer aunque viva en el mismo barrio, que no te va a ir a visitar a tu casa o al hospital el día que caigas enfermo pero, eso sí, tienes 480 amigos que te conocen y que es lo que importa para “no sentirse solo”, amigos que conocen tu vida mucho mejor, muchísimo mejor que muchos de tus familiares.
COMBATIR LA ENFERMEDAD. Tener cierto grado de ego o autoestima son necesarios porque si no te puedes preguntar ¿para qué voy a hacer esto? Y pronto “dejas caer los brazos” y te abandonas, es lo más fácil, un ejemplo es este este artículo… ¿para qué voy a escribir, para qué voy a hacer fotos, etc? si no te propones mejorar o superarte pronto caes en el aburrimiento y/o depresión y acabas dejando por hacer todo lo que no sea estrictamente necesario.
Un día pensé en crear un blog (2.007) para compartir mis experiencias y conocimientos (principalmente sobre la fotografía) o cualquier otro tema, o sea para ayudar, durante mucho tiempo tuve esta frase en la cabecera del blog: “Dios nos manda compartir y enseñar a quien no sabe” ; desde muy enano he tenido ansias de aprender, no siento envidia de quien tiene más hacienda o mejor coche que yo pero sí del que tiene más conocimientos sea del tema que sea, envidia o lo que sea…
Si aprovechas la ocasión para atacar o ridiculizar a quien no tiene tanta experiencia sobre fotografía como tu hablándole (sobre todo en público) de la “patata” que es su colección de fotografías pues es que estás enfermo, si le quieres ayudar díselo en privado, eso sí, siempre que te lo haya pedido o tengas confianza con él. De nada le servirá si le hablas como si fueras un auténtico experto para dejarle claro en el escalón que se encuentra y hundirle así más mientras tu “ego” crece ante él.
¿QUÉ NIVEL DE EGO TIENES?, ¿te lo has preguntado alguna vez? Es difícil encontrar un solo fotógrafo que esté limpio de pecado, solamente los que llevan ya muchos años en el oficio están inmunes (si es que se puede estar inmune) a él. Si quieres ser feliz haciendo fotografías deja o no le des importancia a concursos o número de me gustas de las redes sociales, haz fotos como más te guste y pasa del resto… Explica y comenta tu foto siempre se sea posible para que los demás aprendan pues si miras para atrás siempre verás a gente que viene detrás de ti por el mismo camino; comenta desde donde la hiciste hasta la técnica empleada, no te reserves para ti la enseñanza para evitar que esa información le sirva a cualquier otro por si en el futuro, en un día dado, ese mismo compañero te arrebatarte “TU” premio de un concurso.
No te equivoques, si una vez ganaste el concurso de “tu pueblo” no creas por eso que ya eres la leche, ¡habría que valorar el resto de fotografías presentadas! Ja ja ja.
BUSCAR LA FAMA. A todos nos ha pasado alguna vez (sobre todo al comienzo) que hemos experimentado el subidón que nos da cuando quedamos bien en un concurso o tenemos un número increíble de me gustas en face o instagram. Posiblemente no serás muy diferente a tu compañero que parece encontrarse en un escalón más bajo, la diferencia es que tu comenzaste antes el mismo camino, no te creas un “iluminado” porque esos iluminados se cuentan con los dedos de una sola mano.
Con el paso del tiempo si tus seguidores se van perdiendo por el camino y los “me gustas” se van como los seguidores igual caes en el aburrimiento y la depresión hasta tal punto de que pasan días, semanas o meses sin tocar la cámara… pues quizás sea ese el momento de cambiar de hobby o revisar tu ego o autoestima.
El fotógrafo profesional aprovecha estas redes para darse a conocer pero de este tipo de personaje no voy a hablar, es su trabajo, su pan de cada día y debe darse a conocer.
El fotógrafo no profesional (personaje en el que nos hemos convertido los que tenemos Facebook, instagram, etc) hace fotos y las comparte ¿por qué las comparte? ¿No será para demostrar lo bueno que es con su máquina y tal vez mostrar también su parte de artista? ¿lo hace solamente por no sentirse solo? Lo hace porque le gusta pero ¿por qué le gusta? ¿Por qué a veces concursa? ¿Para verse destacado de los demás? Aquí viene el EGO.
Si al comentar una fotografía tanto presencial como en las redes no sueles coincidir con la gran mayoría de tus compañeros pronto comienzan a echarte a un lado porque comienzan a pensar que “no te gustan los trabajos de los demás y que solo te gustan los tuyos ¡porque crees que son los mejores!”… he visto tantas veces el síndrome de SOLOMÓN que con ello podía escribir varios folios. No te pierdas los síntomas de este síndrome, aquí el enlace.
Si te autorretratas eres un “adonis” y ya el colmo es como te hagas o te hagan una fotografía un poco diferente o llamativa porque ya piensan: “¡uy este ¿Dónde va?, como tiene subido el pavo, qué creído que es”! ¡Se cree el mejor! Nadie va a pensar que lo que ve es el resultado del esfuerzo y de muchas horas de dedicación al tema, incluso ni se pararon a analizar ni el cómo se realizó técnicamente aquella fotografía, ni si ellos sabrían hacerla o incluso mejorarla.
Según escribo se me ocurre otro ego del fotógrafo, el de fardar de equipo, ¡yooo es que tengooo laaa NiCanFujiPana que salió hace una semana con un sensor Full Frame sin espejo de 59 mpix con un objetivo que enfoca hasta un pelo volando por el aire… parece ser que lo importante es destacar por algo, no ya tanto por fotografías sino por equipo, el objetivo del EGO es destacar.
También conozco otro “ego fotográfico” que lejos de reconocer su valía como fotógrafo ante los demás hace comentarios como: ¡bueno… yo es que me presenté al concurso para ayudar, nunca pensé en ganar, si a mí me da igual ganar que no, lo hice por cumplir, para mí esto de la fotografía no es más que un pasatiempo! Algo de verdad hay en cada uno de esos motivos pero seguro estoy que el ánimo con el que preparó su colección no era el mismo que cuando la retiró, sobre todo cuando vio su desastre en la valoración del jurado con su colección, pues no pasó ni el primer filtro. Es como decía la fábula de la zorra y las uvas, “no las quiero, están verdes”.
Siempre ha existido la competición: Esta se puede dividir en tres tipos, uno es la que quieres demostrarte a ti mismo que puedes hacer algo increíble sin importarte lo que hagan o consigan los demás, dos: Que eres mejor que cualquiera del grupo donde te desenvuelves y tres: quizás también las dos cosas.
En la competición deportiva no te puedes amparar en la suerte o en si le caes mejor o peor a los jueces, ahí son los puntos los que mandan, esta se rige por unas reglas que son indiscutibles, por ejemplo: En una competición de tiro olímpico si un disparo tiene una puntuación de 8.5 es indiscutible, nadie discutirá qué corredor cruzó el primero la línea de llegada, los tiempos son los tiempos y los puntos son los puntos, pero en un concurso de fotografía la colección ganadora podía haber quedado en octava posición solamente con haber cambiado los miembros del jurado, y esto es algo que aunque parezca imposible todos los que andamos en estas lides lo conocemos y lo damos por válido, la razón de que esto sea así no es otra que es porque no se rige por unas líneas tan visibles e indiscutibles, mucho gira en torno a las disciplinas especializadas de los miembros del jurado, por ejemplo: Si un miembro del jurado es “paisajista o retratista” valorará mejor ese tipo de trabajos que otros en los que nunca ha trabajado o viceversa.
Para ganar un concurso de fotografía se tienen que dar varios factores que ayuden a tu fotografía o colección a obtener un buen resultado. Primeramente tiene que tener un nivel muy alto, de no ser así ni Dios te va a ayudar, segundo y fundamental es que a TODOS los miembros del jurado les trasmita grandes sensaciones y sepan ver y valorar ese trabajo, esa es la parte más delicada y complicada, por añadir una tercera y puestos a pedir pues que no haya un nivel altísimo de grandes artistas participando en ese concurso ya que de ser así tus posibilidades de ganar serán menores.
Hay multitud de fotografías que nunca ganaron concursos y por ello ¿no son grandes obras? Nunca se presentaron a concursos y por ello ¿no son grandes obras? He visto multitud de fotografías espectaculares por la web que los autores nunca han ganado concursos ni los ganarán (entre otros motivos porque no concursan) pero no por ello dejan de ser espectaculares en cuestiones técnicas, de ingenio o artísticas.
Al final como todo en la vida para ser artista o deportista destacado necesitas dinero y muchas veces padrinos porque si no es así no te vas a comer una mierda por muy bueno que seas. Aprovecho para elevar varios puntos el listón de mi EGO y comentar que tuve un tiempo que practiqué el tiro olímpico con pistola en modalidad “velocidad” y conseguí ser campeón de Castilla la Mancha tres años consecutivos, sin ayudas de ningún tipo, ni económicas, ni técnicas, ni sicológicas, etc. Con otros “apoyos o medios” posiblemente hubiera subido otro escalón ¿esto puede considerarse ego o es simplemente reflejar una realidad? Creo que depende del contexto donde se pronuncie.
Para conseguir grandes fotografías principalmente hay que viajar, te tienes que mover y eso significa gasto y dinero, el coste del equipo es la parte más barata del fotógrafo; hay de todo pero las fotografías más premiadas, conocidas o relevantes no se consiguieron en la trastienda o garaje de un edificio sino en la calle, situaciones complicadas, campos de batalla, paisajes idílicos, catástrofes, etc, y eso no es fácil para cualquier mortal; en el primer caso se necesita visitar ciudades o lugares por el mundo lo que implica “pasta y tiempo”, en el segundo caso “echarle agallas” ya que el viaje puede no tener billete de regreso y el tercer caso convertirte en un “explorador del planeta” con lo que conlleva, solo apto para unos pocos donde no tienen necesidad de fichar cada día a las 7:00 cada mañana para meterse en el uniforme del trabajo.
Pocas veces he visto que una fotografía macro a una “mariquita” gane concursos salvo que sean específicos de ese tema.
Cierto es que he visto algunas obras de retrato muy conseguidas que no necesitaban de grandes desembolsos económicos pero también veo fotógrafos en la web que hacen viajes de miles de km para realizar su trabajo o su proyecto, no hablo de ir al Valle del pirineo Aragonés o las marismas del Guadalquivir ni un viaje expres a Praga, Grecia o los Balcanes, todo ello lleva una barbaridad de tiempo y por supuesto dinero. La gran mayoría de nosotros nos iremos de este mundo sin vivir esas experiencias.
LA LUCHA POR GANAR CONCURSOS. El fotógrafo “artista” ¿nace o se hace? Personalmente nadie nacemos ya con conocimientos pero cierto es que hay “algunos” que refuerzan esta pregunta pues desde tempranísima edad ya destacan en alguna disciplina artística como música, pintura, canto, etc pero para el resto de “mortales” lo que hacemos y como lo hacemos es porque lo aprendimos, y si alguien destaca en algo habrá sido siempre con mucho esfuerzo.
Aprender es leer, experimentar, hacer, descubrir, esforzarse, compartir, competir, aprender a perder, etc etc, pero sobre todo LUCHAR. Léase el artículo «YO quiero ser fotógrafo». (mucha gente me aplaudió este post).
He visto hacer artimañas para conseguir más votos para una fotografía a través del grupo de amigos para ganar concursos de poca monta; fotografías presentadas repetidas veces en concursos nacionales e internacionales para intentar ganar con ella, sabiendo de antemano que no estaba permitido presentar la misma fotografía presentada ya anteriormente en otro concurso, pero les da igual… ¿Hasta dónde llega nuestro EGO o nuestra fama como fotógrafos? ¡Así somos los fotógrafos! Como todo en la vida ¡alguno se salva! ¡Faltaría más!
He presenciado enfrentamientos entre amigos colegas por tener diferencias encontradas en los concursos, he visto levantarse de la silla y abandonar la sala entre pataletas por no estar de acuerdo con la decisión del jurado, etc. ¿merece la pena? ¿tanta injusticia es esa? “el que sale a la plaza a torear sabe a lo que se arriesga” sin embargo he visto a otros (mucho más humildes) aguantarse la rabia y acatar la decisión del jurado sin abrir la boca, aún con motivos, eso sí, no se ha retirado de la sala sin verse apoyado por los demás compañeros viendo semejante injusticia.
En estos momentos soy feliz con mis cámaras, con mis fotos, igual que el músico que tiene una guitarra aunque esté vieja y fisurada, pero es capaz de moverla y sacar de ella notas como nunca antes lo había conseguido, no importa que no tengan la perfección que debieran, sabe que en parte es por dinero, todo cambiaría si el equipo fuera más moderno y si pudiera tocar su música en un auditorio o teatro en vez de las escaleras del porche de su casa, donde pudiera compartir lo que tanto trabajo y esfuerzo le costó conseguir. No tiene otros medios, trabaja con lo que tiene, a veces escucho que “el equipo no importa” y “la cámara no hace al fotógrafo”, estoy de acuerdo con ello pero curiosamente a la vez veo que su equipo es caro y completo, la explicación parece ser que es porque “es profesional y lo necesita”.
En fin, podría seguir con más detalles sobre el “ego” porque hay madera para ello pero creo que ya está bien por hoy. Gracias por llegar hasta aquí y si crees que puede ser interesante no dudes en compartirlo con “amigos fotógrafos” o sin ser “fotógrafos” ya que supongo tendrán también “ego” pero no tan ENORME como el de los fotógrafos.
Alcorlopantano.com . Agustín y sus cosas.