La Estrella de Belén, un OVNI y la felicidad.

12 del 12 del 2017. Fue este un día muy particular por lo que me he tomado la molestia de tomar algunas notas para el recuerdo. Incluye algunas notas desde mi diario.
Hoy como viene siendo habitual y con precisión Suiza mi reloj me dio el primer avisó a las 6:02, también como viene siendo habitual no le doy opción a molestar a nadie con el segundo aviso pues con el primero salto de la cama como “una ballesta” a parar su sonido y vibración.
A las 6:45 ya estaba en las dependencias del trabajo. La mañana ha trascurrido muy normal, estamos entrando en la antesala de la liberación esclavista del trabajo pues en 30 días entraremos a formar parte de un “ERE” (Expediente de Regulación de Empleo), en pocas palabras: “Se acabó el trabajo” y con ello su maldita esclavitud.
Parte de la mañana la he empleado en revisar el funcionamiento electrónico y mejorar el sistema de iluminación de la estrella que iluminará y adornará la Ermita de Alcorlo durante estas fiestas Navideñas.
Hace más de un mes que la fabrique y pocos días después la colocamos en su lugar previsto asegurándonos que cuando llegase la Navidad solo habría que ir a colocarla en su lugar definitivo y activar su instalación eléctrica.

Entraré en detalles sobre los pasos que he ido siguiendo hasta finalizar dicho cometido.

Instalación y pruebas del diseño. El día que hicimos las pruebas nos sorprendió la noche en Alcorlo haciendo la instalación de los leds que dibujaban la silueta y soldando las conexiones eléctricas con estaño para asegurar su funcionamiento ya que se trata de una instalación a la intemperie donde tendrá que soportar heladas y con suerte hasta lluvia.

Ya bien de noche la instalamos en su lugar (en la cruz del campanario de la Ermita) para ver si la potencia necesaria de iluminación era suficiente o habría que modificarla, si fuera débil no serviría de nada puesto que no se vería y si era demasiado fuerte aparte de molestar a los conductores de automóviles (que pasan muy cerca) la batería duraría poco tiempo y tampoco sería conveniente. Comentar que se alimenta de energía fotovoltaica y si tenemos en cuenta que en invierno hay pocas horas de luz y habrá días de nubes aparte de que cada día se descarga completamente y no puede acumular de los días de sol pues el consumo resulta ser un factor muy importante y por lo tanto la intensidad de iluminación del sistema.

Primer tropiezo que encontré fue al intentar comprar un temporizador para alargar la vida de la batería y a la vez que la iluminación fuera más llamativa. Todos los temporizadores que encontré a la venta necesitaban una alimentación mínima de 9 voltios, el problema es que los led se alimentan solo con 3 y la batería no suministra más de 3.8 en el mejor de los casos, así que tuve que ingeniarme un mecanismo electrónico para solucionar el primer “tropiezo”. El día de las primeras pruebas ya estaba el temporizador fabricado y funcionando.

Después del exitoso proyecto hicimos fotos del lugar para crear la tarjeta de felicitación de estas navidades de 2017 para los Hijos y Amigos de Alcorlo.

Como su funcionamiento era muy satisfactorio para todos los presentes continuamos guardardando la estrella con su instalación ya que no necesitaba ningún retoque.

El mejor día que nos convenía a los encargados de “ponerla en marcha” de cara a la Navidad era el domingo día 10.

Ese día 10 de Diciembre (domingo) climatológicamente hablando no era precisamente un día agradable para estar por el campo. Una bajada importante de temperatura acompañada con lluvia a última hora de la tarde complicó lo que iba a ser una instalación de media hora de duración.
Ángel y yo nos encargamos de colgar la estrella sobre la cruz del campanario sobre el medio día, en previsión de que por la tarde empeoraría el tiempo y pasaría de hacer mucho viento y frío a estar acompañado de lluvias.

Podíamos haber “colgado” la estrella, activar el mecanismo eléctrico (ya probado) y salir corriendo a casa pero nos quisimos asegurar de que todo iría bien y esperamos a que se hiciera de noche para comprobarlo.
Aprovechamos el rato para dar un garveo por las minas abandonadas de Hiendelaencina y hacer alguna que otra fotografía para dar tiempo a que llegara la noche.

Volvimos a la Ermita cuando quedaba muy poco tiempo para que el sistema electrónico comenzase a iluminar, solo quedaba esperar un poco…
Comenzó a iluminar el foco de la cruz de la entrada y al momento los focos del interior de la Ermita, _ambos independientes entre sí_ sin embargo la estrella parecía no tener intención de hacerlo.
Un rato después aquello seguía sin encenderse así que montamos las escaleras y yo mismo subí a revisar la instalación.
Estando a sus pies de alguna manera mágica se encendió, quizás porque desconecté varios cables y volví a conectarlos para asegurar su continuidad eléctrica sin embargo su iluminación era para mi gusto demasiado débil a la vez que la lluvia ya había hecho su presencia y aunque parezca mentira “llovía de lado”.

Tan débil era la luz que decidí prescindir del temporizador y conectarla directamente a la batería consiguiendo una iluminación unas cuatro veces superior, de esa manera se aseguraba que al menos la estrella “se vería” aunque fuera de una manera fija aunque fuera sacrificando y reduciendo el tiempo de funcionamiento.
Ángel y yo recogimos escaleras, herramientas, linternas, chubasqueros y cuantos trastos más habíamos dejado esparcidos en el entorno desde el tejado hasta la furgoneta.
Mientras recogíamos los trastos en un momento dado la luz de la estrella se apagó y como parecía hacerlo de una manera definitiva de nuevo a sacar la escalera y ver cual era el problema.
Otra vez al tejado entre ráfagas de viento y gotas de agua que viajaban horizontalmente con fuerza para de nuevo revisar qué era lo que estaba ocasionando la pérdida de iluminación.

En esos momentos el “esqueleto” de la estrella se movía como un bailarín en una sesión de Rock and roll aunque amarrado a la estructura de la cruz. Solté los cables, los volví a conectar, zarandeé lo que pude el esqueleto de la estrella pero no volvió a apagarse así que viendo la situación tan dramática del clima opté por dejarlo tal cual y marcharnos a casa con la incógnita de ¿Cuánto tiempo durará funcionando?

Por segunda o ya por tercera vez guardamos las escaleras y decidimos marcharnos a casa pero pensé en ver el aspecto que mostraría desde la carretera a los conductores que volvieran hacia la capital así que conduje unos minutos en dirección opuesta hasta un cambio de sentido para comprobar la sensación de ver algo luminoso en mitad del campo.
Según íbamos acercándonos no se veía nada, bien es cierto que estaba lloviendo, pero aun así y a pocos metros no se veía “lucir” nada así que tuvimos que detenernos en la explanada de la Ermita para ver si realmente era cierto que el sistema se había apagado.

Cierto era que no daba “ni gota de luz” pero también era cierto que a esa hora ya no lucían ni los focos del interior de la Ermita ni los de la Cruz por lo que podía ser que la batería de la estrella se hubiera agotado aunque según mis cálculos de potencia eléctrica debería durar más de cuatro horas  y no llevaba ni una hora.

Con las mismas y acometiendo contra los elementos de frío, lluvia y viento sacamos las escaleras una vez más y decidimos dejarla sin funcionar. Nos llevamos el mecanismo electrónico para comprobar que al menos eso estaba funcionando bien y el problema radicaba en la instalación del alumbrado en el armazón de la estrella. No hay que olvidar que dicha instalación la hicimos en parte de noche y deprisa.

Salimos de allí después de las 20:00, la temperatura eran 6 grados positivos pero la sensación térmica en mi persona eran al menos 6 pero negativos ¡Dios qué frío, qué mal ambiente y qué mal rollo!

Al día siguiente (lunes) revisé la electrónica pero no encontré fallo alguno salvo que me parecía “poca luz” pues el mecanismo intermitente restaba potencia de suministro así que ingenié una modificación para aumentarla de tal manera que ahora no sería una secuencia de encendida/ apagada sino encendida/más encendida lo que también es llamativa pues la silueta en la oscuridad no se pierde y tiene ese “puntito” de cambio de intensidad lumínica a modo intermitente que queda muy chula.

Martes día 12. “Me quemaba el asunto en las manos” y no podía dejar pasar ni un día más sin ver que el sistema funcionara según el proyecto o pensamiento original así que según comentaba a las 6:02 me estaba levantando, a las 15:05 salía del trabajo, a las 16:25 salía de casa cargado de cámaras, trípodes, cables, multímetros, baterías, soldador, etc etc dispuesto a poner en marcha aquella instalación a cualquier precio, ¡ah! Y si se daba bien hasta hacer alguna fotografía del lugar con su nueva estrella funcionando para mostrar a los Hijos y Amigos de Alcorlo como había quedado la Ermita preparada para recibir la Navidad ya que no todos tenemos la oportunidad de visitar ese lugar, nuestro lugar, cuando nos apetece.

Si la mañana la tuve muy relajada fue salir de trabajar y comenzar el estrés o contrarreloj ya que tenía que preparar un montón de cosas y además comer; quería llegar antes de que se pusiera el sol para hacer los cambios y pruebas pues como la electrónica estaba bien era lógico pensar que el problema estaba en la instalación de la estrella y eso me podía robar demasiado tiempo.

Una vez allí pensé en que disponía de un cuarto de hora extra de tiempo y me dije: ¡quedaría chulo ver como se enciende la estrella a la vez que llega la noche! ¡haré un timelapse! O sea, pondré la cámara a disparar una foto cada pocos segundos para crear un vídeo mientras se va oscureciendo, así que antes de subir al tejado coloqué el equipo de fotografía en un lugar apropiado, todo ajustado para que en cuanto consiguiera hacer funcionar la iluminación de la estrella el equipo fotográfico comenzara su trabajo.

Ese día resultó que ni el equipo fotográfico quería trabajar, tenía todo listo pero la máquina no disparaba… bueno, después de quitar y poner la batería y la memoria todo parecía haber vuelto a la vida.

Entre unas cosas y otras cuando puse mis pies en el tejado el sol ya se estaba despidiendo de mí y me dijo ¡hasta mañana!, en invierno una vez que se va el sol en un cuarto de hora no se ve nada así que ¡toma presión!
Subí una de las escaleras al tejado y descolgué la estrella de la estructura de la cruz y la deposité en el tejado.
Nada más conectar una batería auxiliar que llevaba en el bolsillo observé que solo se iluminaba una parte de la estrella, concrétamente la “estrella” porque la cola nada de nada.

En una de mis bajadas del tejado y viendo el panorama tan oscuro que se me presentaba recogí el trípode y la cámara del timelapse y las guardé tirado la toalla de hacer el vídeo-timelapse porque aquello parecía que no se solucionaría en breve.
Subí de nuevo al tejado y comencé a revisar las conexiones eléctricas y pronto comprobé que en un punto de la instalación al mover los hilos se encendía o apagaba la cola así que recompuse el cableado y a partir de ahí por más “patadas” que le propiné no volvió a apagarse más así que rápidamente por no decir “muy rápidamente” y pensando en el time lapse volví a montar el equipo en el mismo lugar, ya estaba muy oscuro y los focos de la Cruz y la Ermita estaban encendidos.

Amarré bien el esqueleto de la estrella a la Cruz en previsión por las inclemencias del tiempo, deambulé un poco por el tejado haciendo un vídeo con el iphone para recordar el intervalo de intermitencia y la intensidad de la luz, después comprobé consumos de corriente y voltajes de la batería para hacerme una idea del tiempo de autonomía y respuesta de la electrónica y bajé del tejado para, lo primero, apagar la cámara del timelapse porque la “fiesta” ya había terminado para continuar haciendo alguna foto del lugar con su estrella anuncio de la Navidad.

Ya más calmado y sin tantas prisas, viendo que todo funcionaba según lo previsto y después de comprobar la ridícula potencia de consumo que tenía la instalación y su larga autonomía me dispuse a parar la cámara pero… ¡sorpresa! La cámara estaba apagada pero el temporizador seguía dándole órdenes de que disparase…. ¡qué raro!, esa batería hace más de 1200 disparos y no habrá tomado ni 100, intento encenderla y no enciende, le cambio la batería y tampoco enciende… así que como no podía hacer otra cosa en ese momento y me moría de ganas de saber si había o no tomado fotos para componer un vídeo saqué la memoria y la puse en otra cámara y “voialá” ¡había fotos!, no tantas como las esperadas pero ¡había fotos!.
La exposición era de 20 segundos en cada foto, más 8 segundos de intervalo hacen 28 segundos lo que significa que cada minuto hizo 2 fotos o sea que en una hora haría 120 pero…. No llegó, “misteriosamente” se quedó en 36 fotografías por lo que solo trabajó menos de media hora, bueno, ya no se podía hacer nada para remediar eso. Enlace al vídeo TIMELAPSE, click AQUÍ.

La última fotografía está tomada a las 19:50 por lo que más de noche no podía ser y más oscuro no podía estar el entorno pues la luna aún le quedaban varias horas para aparecer sin embargo en el cielo no había ni una nube por lo que la Vía Láctea, El Cinturón de Orión, las Pléyades o Cabrillas así como Betelgeuse brillaban insultantes y espectaculares provocándome que les hiciera varias fotos y yo que soy tan débil en ese aspecto. No pude resistirme.

Salvo que cada diez o quince minutos pasaba un automóvil el silencio era amenazador, hay que haber estado alguna vez en lugares como ese con un silencio y una soledad aplastante para comprender lo que digo sin embargo yo estaba en “mi salsa” justo lo que quería, un escenario para mi solito sin que nada me molestara así que con mi mejor equipo de fotografía para la noche (Canon 7D y Sigma 17/50 ART) comencé a disfrutar dejando atrás los malos sabores de boca pasados, la temperatura era de 1.6 grados, el viento totalmente en calma por lo que me resultaría agradable el estar un buen rato allí, sin prisas, tomando un té súper calentito que me llevé para tal fin, pues no conozco nada tan agradable que disfrutar de la visión de una buena Vía Láctea, la máquina trabajando, yo iluminando la escena y entre foto y foto sorbito de té verde con limón.

Una nube, un avión, un OVNI, ¿qué es eso? . Definición de OVNI: El término Objeto Volador No Identificado, más conocido por el acrónimo ovni,2 se refiere a la observación de un objeto volador, real o aparente, que no puede ser identificado por el observador y cuyo origen sigue siendo desconocido después de una investigación.
Tan solo había tomado la primera fotografía a la Ermita con su estrella “haciendo sus guiños” cuando algo llamó mi atención hacia el pantano.

Mientras la cámara terminaba su larga exposición de veinte segundos yo no dejaba de mirar “una nube blanca” que parecía haber surgido del pantano, digo “nube” pero a la vez parecía que estaba demasiado baja para ser nube por lo que pensé se trataba de humo de una fogata, cosa rara pues en un par de horas que yo llevaba allí no había visto bajar a nadie hacia ese lugar, pero una columna de humo no podía ser porque la cola de la nube no llegaba hasta el suelo así que decidí nuevamente que sería una nube a la vez trataba de hacer que mi pupilas fueran súper grandes para ver mejor que era y si se movía en alguna dirección.

La cámara acabó su fotografía y la giré un poco hacia la izquierda para hacer una foto y que la nube entrara en el encuadre porque a base de estrujar mi sensibilidad óptica de mi vista me pareció que se movía y rápidamente pensé en la ley de Murphy, ¡hay que joderse, la única nube que hay en el firmamento esta noche y tiene que pasar por encima de la Ermita!

Durante estos 20 segundos que duró la exposición de la primera fotografía a la nube yo no estaba seguro que era una nube, al menos no era una nube “normal” así que me acordé de “Casper” aquel fantasmita de los Cazafantasmas pero por supuesto los fantasmas no existen y menos para fotografiarlos pero como el miedo el libre por momentos y ante lo desconocido mis bolsillos se iban llenando de aquello pues sentí mezcla entre admiración/temor/duda/incógnita/ no sé, me parecía que era algo “anormal”,  al menos para mí.

Así que después de la primera foto y asegurarme de que se desplazaba me adelanté al movimiento de la nube y encuadré a la Ermita ignorándola en parte ya que si no cambiaba su lenta trayectoria pasaría justo por encima de Ella y así fue. En la imagen se ve también el rastro de un avión.

Cuatro fotografías tomé a aquella nube y digo “nube” porque no hacía el más mínimo ruido ni destello lumínico, solamente era una nube blanca que brillaba bastante más de lo normal a pesar de la oscuridad de la noche y de cualquier fuente de luz cercana. Continúa después este tema….

La Felicidad. Algunas veces (pocas) a lo largo de la vida he experimentado la “felicidad” y ese rato _entre acabar con la estrella hasta que me marché para casa_ puedo asegurar que era feliz, estaba en mi salsa, en mi lugar predilecto, el clima era propicio pues se podía estar sin padecer frío, no tenía prisa, bien de salud, todo controlado, no necesitaba nada más.

Tenía allí mi automóvil al que llamo cariñosamente mi  “Blanca Paloma” en el cual confío plenamente de que me llevará a casa, no me importan sus 19 añitos, mi equipo de fotografía que confío plenamente en él a pesar de su edad (2009) no me hubieran hecho mucho más feliz tener un automóvil más moderno, ni una ropa de marca contra el frío, ni un equipo fotográfico más caro y moderno, ni más dinero en la cuenta corriente (porque al final son solo números), pero tenía libertad y la disfrutaba y también lo más anhelado… ¡TIEMPO! Tiempo para contemplar la magnífica Vía Láctea y poder fotografiarla las veces y formas que me hubiera dado la gana, y no tenía a nadie molestándome con lo típico de ¿Cuándo nos vamos? ¿Te queda mucho? Etc.

En fin, todo el viaje a casa lo pasé pensando justo en eso… La Felicidad ¿qué es? ¿que se necesita para ser feliz? Algunos coinciden en que la felicidad radica en las pequeñas cosas, en detalles, quizás estén en lo cierto, pero a la vez pueden estar equivocados, para mí la respuesta es sencilla, quizás sea por mi edad pero lo que se necesita es: Más bien poco de todo.

La Felicidad completa duró poco tiempo porque cuando me harté de buscar por las bolsas de las cámaras y por los rincones de la Blanca Paloma mi objetivo ultra gran angular de 11mm para sacar de un plumazo toda la Vía Láctea sin encontrarlo, tuve que llamar a casa para confirmar que “El” me estaba esperando en mi zulo… ¡Me cachis la ley de Murphy!

Cuando llegué a casa lo más inmediato fue ducha y cena para acto seguido descargar y ver en el ordenador una primera impresión de las fotografías tomadas, especialmente la “nube misteriosa”.

Miércoles, día siguiente. Antes de acostarme dediqué un poco de tiempo para procesar las cuatro fotografías de “la nube” que era lo que más curiosidad despertaba ya que las de la Vía ya sabía con lo que me iba a encontrar, también alguna de la Vía Láctea.

Un compañero del trabajo cuando ha visto las fotos y le he dicho que las hice esa misma noche me ha preguntado ¿tú no duermes? Pues a las siete de la mañana ya me ha visto y a las nueve de la noche le decía que estaba haciendo fotos para encontrarnos al otro día a las mismas siete de la mañana… _ sí duermo, pero quizás yo no vea programas como “gran hermano” o semejantes de la tv, suelo emplear mi tiempo en otras cosas_.

Resumen: Sobre el tema de la “nube” sigo atando cabos, he podido comprobar que es un objeto que se mueve lento, con dos zonas luminosas separadas y entre ellas un diminuto punto luminoso con una intensidad de luz unas cinco veces inferior a una estrella visible a simple vista, o sea, inapreciable a simple vista, la estela blanca no sé cual es la causa ya que el resto de aviones que salieron en las fotografías no dejaban el más mínimo rastro blanco tras ellos.

He pensado en que pudiera ser un “drone” pero repito ¡ni el más mínimo ruido! Estos son unos recortes vistos al cien por ciento de los detalles, en el primero se aprecian DOS estelas idénticas y separadas y en el segundo cuadro se ven ya las dos estelas más difuminadas y un guiño que hace un punto luminoso entre ellos con una cadencia de una vez cada 3 segundos. A continuación otras muestras de aviones o cohetes de esa misma noche.

 

Las fotografías. A lo largo del texto he dicho varias veces que la noche era cerrada, no se hubiera visto a cualquier persona a más de cinco metros de distancia sin embargo la escena sale iluminada, sin sombras, el motivo es una diminuta lámpara y su movimiento por detrás de la cámara durante el tiempo de exposición, normalmente 30 segundos aunque a veces varios minutos, por eso la sensación de que hubiera luna pero si se observa detenidamente los objetos alejados más de cincuenta metros son todos negros ya que la luz de la linterna no llega a iluminarlos con suficiente intensidad.

Bueno pues para finalizar diré que todo salió a pedir de boca, la estrella en su lugar con su guiñoteo, unas fotos a la Vía Láctea en un momento a pedir de boca, justo encima de la Ermita, en el mismo punto que se encuentra en el mes de Agosto pero a las cinco de la mañana. Un vídeo resumen de la instalación que aunque fueron pocas las fotografías tomadas ha servido de presentación/felicitación de la Navidad de este año así que ¡más feliz que una perdiz!

Aquí otra vez el enlace al vídeo porque las fotos ya las hemos visto.

Aprovecho para Felicitarte las Fiestas Navideñas y te doy las gracias por llegar hasta aquí; si crees saber que pudiera ser “aquella nube” que fotografié agradecería tu comentario. Si crees que a alguien puede resultarle útil esta entrada no dudes en compartir.  Agustín y sus cosas. alcorlopantano.com