El Seguidor de Estrellas

 

En esta entrada voy a relatar como conseguir fotografías impresionantes del firmamento como Vía Láctea o nebulosas, aparatos necesarios, técnicas, impresiones, peligros en la noche, etc.
Posteriormente a esta entrada escribí ESTA OTRA donde detallo la fabricación y resultados de varios modelos de aparatos seguidor de estrellas con magníficos resultados. También hay un vídeo para ver el movimiento de los aparatos.
Lo absolutamente INDISPENSABLE es un seguidor, incluso puede ser autoconstruído como en mi caso, con resultados realmente sorprendentes. Arriba detalle de esa noche de la «Nebulosa de la Laguna».
La fotografía de naturaleza o a las estrellas (como es el caso de la Vía Láctea) no es algo que pueda hacerse siempre que uno le apetezca o tenga un rato pues hay que tener en cuenta que la escena es incontrolable y hasta unos días antes o incluso unas pocas horas no se sabe si se va a poder llevar a cabo la idea porque entre otras cosas las nubes o calima puede estar presente malogrando la ilusión de esa sesión fotográfica.

En el apartado Vía Láctea si tenemos en cuenta que cuando hay luna no es buen momento para hacer fotografías a las estrellas (porque con su luz las eclipsa), si sumamos los días de nubes, si tenemos en cuenta que solo disponemos de los fines de semana para ello y si a todo eso le sumamos que la Vía Láctea en la zona de España solo es bien visible cuatro meses al año pues resumiendo: tenemos más bien pocos días útiles para ello así que el domingo 4 de agosto sin perder ni un momento me dispuse a hacer una fotografía no ya a la Vía Láctea sino a la “ Nebulosa de la Laguna” (es lo que vemos en la imagen de arriba).

Si me cuentan esto hace unos años hubiera dicho sencillamente que “eso es IMPOSIBLE”, pero los tiempos cambian y las técnicas avanzan pero sobre todo la ilusión por descubrir hasta donde una cámara puede mostrar algo tan infinitamente diminuto han hecho que me desplazara hasta un lugar donde comienza la sierra de Guadalajara, lugar que guardo en mi memoria como el punto donde tomé mi mejor fotografía a la Vía Láctea el año pasado. Aquí el enlace a aquella salida fotográfica con su correspondiente post titulado EL PERRIZORRO.

Este domingo, 4 de agosto, el día prometía pero a medida que se agotaban las horas de luz comenzaron a aparecer nubes más o menos compactas por gran parte del horizonte, acompañadas por una neblina, pero la idea ya estaba echada. Curiosamente y siempre recordando la ley de Murphy al día siguiente no hubo ni una sola nube en todo el día.

La idea era superar la fotografía de la Vía Láctea tomada una semana antes en la playa, tomada con el mecanismo que he llamado “seguidor de estrellas”; en principio sería fácil ya que en la playa hay calima y mucha humedad disminuyendo la nitidez de las estrellas pero a favor tiene que allí no hay contaminación lumínica en el mar, cosa que en la sierra suele ser todo lo contrario. Detalle de Júpiter  y de la «nebulosa de la Laguna» de la fotografía anterior.

SOBRE TÉCNICA Y APARATOS. Conseguir una fotografía de la Vía Láctea con un trípode y sin ningún otro mecanismo es relativamente sencillo, solo hace falta un trípode, (cuanto más fuerte mejor) pero si no hay otra cosa tampoco es vital para ello; a continuación se configura la cámara para un tiempo de alrededor de 30 segundos con la máxima sensibilidad y entrada de luz y en menos de un santiamén ya está todo hecho. En la pantalla saldrá una ligera imagen de la Vía Láctea entre multitud de estrellas mezcladas con ruido digital, para un nobel es un gran avance pero yo ya pasé por ese punto hace años, yo necesito más.

Pero eso no es de lo que trata este post, aquí trato de explicar cómo quiero avanzar un paso más y conseguir una fotografía celeste con una calidad MÁXIMA y cuando digo máxima quiero decir con un nivel alto en número de estrellas, con un bajo nivel de ruido y con un color como el que el universo tiene _aunque no se aprecie a simple vista.

Para ello hay que conseguir introducir más luz en el sensor de la cámara, esto se consigue de DOS maneras; una opción es con un objetivo mucho más luminoso, del orden de f1.2 (creo que aún no se ha fabricado un 11mm f1.2) o de la segunda manera que sería AUMENTANDO el tiempo de exposición con el consiguiente movimiento de estrellas que es precisamente lo no deseado ya que la idea es que aparezcan muchas estrellas pero a la vez NÍTIDAS, sin movimiento, ejemplo: si hacemos una fotografía a una porción de la Vía Láctea con un tiempo superior a 10 SEGUNDOS y ampliamos la imagen veremos como ya comienza a ser visible el movimiento; además del movimiento los colores de las nebulosas se «emborronan» desapareciendo entre el ruido digital.

Se trata pues de conseguir MÁS TIEMPO de exposición pero corrigiendo el movimiento de las estrellas, de esa manera podemos trabajar con un nivel de sensibilidad ISO mucho más bajo, del orden de 200 ó 400, dependiendo de la luminosidad del objetivo; a esos niveles de ISO no hay que preocuparse del ruido en cualquier cámara posterior al 2015.

Todo esta cuestión de seguir a las estrellas se soluciona en parte con unos aparatos de varios miles de euros (si se quiere hacer BIEN) pero no es mi caso, mi caso es intentar conseguirlo con otros medios donde la cuestión económica sea ridícula o incluso nula como así ha sido. El resultado no es que sea P E R F E C T O  como vamos a ver pero la diferencia con una exposición típica de 30 segundos SÍ es NOTABLE. Aquí el enlace a un aparato básico para ello del orden de 250 euros.

Nos desplazamos al lugar elegido un buen rato antes de anochecer, esta vez llevaba de compañero mi buen amigo y fiel compañero Ángel, el lugar ya estaba elegido, el clima no acompañaba demasiado pero nada podíamos hacer ya, ni podíamos cambiar de lugar ni tampoco mover las nubes así comenzamos a montar e instalar todo el equipo para a continuación ajustarlo en dirección, ángulo, velocidad de movimiento, y configuración de la toma.  Al fondo se puede apreciar las nubes y la calima.         

A continuación algunos detalles muy importantes a tener en cuenta tales como “El Trípode”, “la Orientación”, “Pensamientos”, “Peligros de la noche”, “Resultados”.

EL TRÍPODE. El trípode tiene que ser ROBUSTO a más no poder, no sirve esos de “bola” por muy buenos y caros que sean porque sobre él va a llevar dos o tres kg de peso y no es ya solo el peso sino que la cámara estará desplazada del centro de gravedad haciéndole propenso a caerse hacia un lado, esto se puede corregir instalando unas pesas en el lado opuesto (con el correspondiente aumento de peso del conjunto).

Sobre el “seguidor” irá montada otra rótula o sistema para ajustar la cámara en la dirección deseada, no sirve un mecanismo de “rótula”  de esos de 100 euritos, si es de bola tiene que ser bueno, bueno, bueno,  porque si sumamos esas pequeñas oscilaciones de los diferentes módulos lo único que vamos a ver cuando miremos el livewiev o si instalamos un telescopio es un tintineo que no nos vamos a atrever a hacer ninguna fotografía porque ya vemos que es IMPOSIBLE, es lo que nos pasó esa noche, ja, ja ja, llevé un telescopio de 100x para instalarle una réflex y como el conjunto era demasiado flojo no pude conseguir nada aceptable. A lo largo de la semana fabriqué algo más robusto.

ORIENTAR EL SISTEMA. Primero hay que orientar el “seguidor” hacia el norte, para ello me guío de la estrella polar (Polaris) y me ayudo con una brújula mecánica ya que la del iphone a veces y por falta de cobertura se vuelve “tonta” y poco fiable y es VITAL para conseguir un movimiento sincronizado.

La operación lleva unos minutos porque hay que asegurarse tanto la dirección de Polaris como el ángulo de latitud que varía dependiendo del punto geográfico donde estemos en ese momento, suele ser unos 41 grados. Para ello haría falta un inclinómetro que nos indique ese ángulo. “A falta de pan buenas son tortas” (dice el refrán) así que me fabriqué uno con un transportador de ángulos (50 céntimos).

Una vez instalado el trípode y orientado el seguidor solo queda ajustar la velocidad de seguimiento, para ello se puede utilizar el livewiev con el zoom al máximo, después de unos minutos observando en la pantalla el movimiento de una estrella se puede deducir si la velocidad es correcta o si se necesita hacer alguna corrección.

Una vez que todo parece indicar que la velocidad está acertada hay que buscar en la oscuridad del firmamento el punto donde se le supone anda la “nebulosa, cometa, o cualquier otro cuerpo celeste que deseemos fotografiar” y que además debemos conocer su trayectoria pues no es lo mismo fotografiar un cometa que una estrella ya que llevan trayectorias diferentes.

Una buena aplicación para ello es SKY GUIDE, por seis o siete euros la tienes en el móvil. No es fácil acertar a la primera pero en dos o tres intentos ya estará identificado y fotografiado el tema a tratar.

PENSAMIENTOS. ¿Qué hace uno en el campo mientras la cámara hace y procesa la fotografía? Entre foto y foto se pueden pasar diez minutos, ¡mucho tiempo de espera!, casi demasiado, hasta tal punto que parece que el tiempo “se paró” o la máquina “se averió” porque parecen “diez minutos eternos”.
Pues lo que hace uno es contemplar el universo y a la vez el silencio ¿Qué es el silencio? Yo lo definiría como la ausencia total de sonido alguno; esa situación es frecuente en el campo, más frecuente cuanto más alejado estás de la urbe o más metido estás en la montaña. Hasta tal extremo puede llegar la ausencia de sonido que escuchas ruido de autos o motos a más de cinco km. o gritos de zorros o corzos a muchos cientos de metros.

Escuchar el silencio mientras contemplas la Vía Láctea no tiene precio _tal es que a veces los DIEZ MINUTOS parecen comprimirse a solo UNO_ al mirarla y ver esa barbaridad de puntitos luminosos que sabes de sobra que son estrellas y planetas te invita a reflexionar y tu solito tardas “cero coma” en llegar a la conclusión de que sería ridículo pensar que estamos solos en el universo, pero a la vez te das cuenta de que no importa si estás solo o acompañado porque no va a venir nadie ni nada a resolver nuestros problemas de cada día. No somos capaces de resolver el problema del cambio climático y nos va a preocupar si hay o no habitantes en otros planetas??? Sinceramente no me preocupa, no me importa ya que ni yo ni mis generaciones posteriores inmediatas los van a ver por lo tanto unos segundos después desvías la atención a otros pensamientos tales como lo insignificantes que somos en este planeta y no digamos ya ante el universo.

Analizándolo bien físicamente no somos más que cincuenta litros de agua, diez kg de calcio y un montón de elementos químicos, todo mezclado para poder funcionar como un ser vivo, en cuanto a la parte espiritual nuestra vida comparada con el universo no llega a ser más que el centelleo de una chispa de una fogata o de una bengala, lo único que quedará de nosotros será el RECUERDO de quien nos conoció, recuerdo que se irá extinguiendo como el humo de una fogata apagada aunque hay fogatas que siguen dando calor y produciendo incendios 1400 años después como Sócrates.

También te puede dar por pensar en el origen del universo. Aquella pregunta tan conocida que decía ¿quién fue antes, el huevo o la idea de la gallina? Sí, sí, digo la “IDEA” porque para que hubiera una gallina primero tuvo que haber una idea para posteriormente crear la gallina, ¿o no?

En fin, te puedes devanar los sesos de muchas maneras, hasta tal punto que cuando quieres darte cuenta te dispones a hacer otra nueva foto y comienzas otro nuevo pensamiento como ante la inmensidad del Universo ¿que eres y qué haces aquí?

Puedes comerte el coco también con la creación del universo, una vez escuché a un católico decir que “Dios lo había creado así para que el hombre lo disfrutara por la noche y para que se guiara por las estrellas”. Añadió también que si el ser humano tuviera un poco menos de sensibilidad en la vista las estrellas pasarían desapercibidas para la visión a simple vista, por el contrario si tuviésemos mucha más sensibilidad al mirar para arriba veríamos una cúpula llena de puntos donde apenas habría ni referencia, sería como mirar dentro de un saco de garbanzos de diferentes tamaños.

Las estrellas fugaces, siempre imprevisibles y tan cautivadoras, para unos  son motivo para pedir un deseo IMPOSIBLE y para otros son una señal que nos envía algún antepasado a quien echamos de menos cada día…

Todo esto mezclado en la memoria con el tema que te llevó allí que no es otro que EXPERIMENTAR y disfrutar haciendo fotografías, así que tomas notas sobre el resultado de la última toma y haces nuevos ajustes en el equipo y/o parámetros para conseguir mejorar a la anterior, también piensas en cual será el fin de esa fotografía que acaba de salir, normalmente formará parte de esa gran cantidad de ellas en el disco duro aunque si merece la pena ser compartida llegará a las redes sociales para que la vean amigos y familiares porque este tipo de fotografías ni aunque quisieras venderlas nadie va a pagar ni un centavo por ellas, para eso están las de los profesionales y las de la NASA, solo será una muestra más en tu diario, un recuerdo más.

Y cuando recuerdas a que fuiste allí de nuevo pones la máquina en marcha y vuelves a darle vueltas a otras tantas incógnitas y así entre “fotos y pensamientos” cuando te quieres dar cuenta se pasaron tres horas y la Vía Láctea ya no la tienes a tiro, se va alejando y a la vez ocultándose sobre el horizonte, los astros cambiaron de posición, cuando llegamos Saturno estaba muy por debajo de Júpiter y cuando volvimos era exactamente al revés.

PELIGROS DE LA NOCHE. Una vez se puso el sol comenzamos a escuchar un rebaño de ovejas, no fuimos capaces de verlas pero parecía no estar lejos, a lo largo de las cuatro horas que estuvimos en ese lugar por tres veces temimos vernos envueltos por el rebaño y acabásemos haciendo fotos entre ellas, eso sí, no vimos ni a una sola porque en la oscuridad de la noche apenas se distinguía una persona a más de cinco metros de distancia.

Con las ovejas suele ir el pastor y normalmente perros. Ya sobre las 1:00 y a punto de acabar la sesión comenzó a ladrar un perro que por su tono parecía grande, tipo mastín, Ángel hizo un barrido con la linterna y no se veía pero los ladridos cada vez sonaban más cerca hasta que en una ocasión con la linterna vimos el reflejo de dos pequeñas luces más bien lejos. Al momento los ladridos ya estaban tan cerca que el mastín lo teníamos a tiro de piedra, mi compañero acojonado… Tranquilo Ángel, si ladra es que no muerde, si tuviera intención de morder no te hubiera avisado. El refrán dice que “perro ladrador poco mordedor” y así fue esta vez. Si el animal comprende que eres una amenaza no te va a avisar con su ladrido, cuando te quieras dar cuenta estás revolcándote por el suelo.

De andar por esos lugares conozco a ese chucho, es un mastín grande pero dócil, creo que los dos nos conocíamos, toda la fuerza se le va por la boca, hasta tal punto que unos minutos después, mientras guardábamos el equipo vimos que el animal estaba tumbado pacientemente al lado de la furgoneta, toda su labor por hacernos notar su presencia había acabado.

Las ovejas seguían sonando demasiado cerca, hicimos un barrido con la linterna de potencia pequeña para verlas pero solo vimos a un tiro de piedra otros dos pares de ojos de otros tantos perros que nos observaban desde la oscuridad, supuestamente tumbados, sin quitarnos ojo, sin mover la cabeza ni pestañear, era el único entretenimiento que tenían en esos momentos; no quise molestarlos enfocándolos con la linterna potente, no era necesario para saber que se trataba de los dos compañeros del mastín.

Allí los dejamos, entre las jaras y los tomillos, en un ambiente oscuro con un silencio roto solo por las ovejas y los chillidos agonizantes de una presa, posiblemente víctima de una rapaz,  y con una paz que me invitaba a pasar allí toda la noche pero algunos tienen la costumbre de trabajar.

A las 2:30 llegaba a casa; como dirían mis padres en estas ocasiones: ¡Ya tienes que tener ganas de bacalao! Pues sí, estas cosas solo se hacen si se tiene ilusión, afición o si se está tonto.

RESULTADOS. En parte no fueron los esperados. Me sorprendió que hubiera demasiada luz en el ambiente a pesar que nos separaban más de 60 km de la ciudad y ni siquiera estaba en línea, me esperaba una noche mucho más “negra” pero para eso hay que esperar a que llegue el invierno con su correspondiente frío. En el apartado mecánico los herrajes no eran lo rígidos que debían. En el tema del movimiento del seguidor fue bastante acertado aunque el ángulo del paralelismo falló un par de grados, todo es mejorable y se puede hacer ¡ya lo creo que se puede hacer! Esta es la foto estrella de esa noche y detalle de «La Laguna».
Cierto es que no está perfecta pues se ven ligeros trazos de estrellas, el ángulo de la latitud no era exacto, pero al menos se ven “colores” en la Laguna y en la “Nebulosa de Trífida” (un poco más arriba)

En estas dos últimas fotos se puede apreciar la contaminación lumínica de las ciudades, ni que decir tiene que si se hubieran hecho en Gredos o en El Teide tendrían mucho mejor aspecto pero el lugar es Alcorlo.

Muchas gracias por llegar hasta aquí. Agustín y sus cosas. alcorlopantano.com

 

 

 

 

 

2 opiniones en “El Seguidor de Estrellas”

  1. Pues me identifico mucho con tus pensamientos y reflexiones en esos momentos entre disparo y disparo. En mi caso suelo ir solo, con lo cual se amplifican esos sentimientos y sensaciones, los buenos y los malos.
    Gracias por compartir

  2. Agustín,gracias por ofrecernos esta foto,pues yo no conozco a nadie con esa paciencia que tu tienes y la profesionalidad que tienes y ganas de estar en la noche con el peligro que tiene, por todo ello te FELICITO por tu ganas de hacer fotos un fuerte abrazo y sigue con los inventos.

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